Santo Domingo.-Con la fuerza interpretativa que la caracteriza y una conexión emocional inquebrantable con su público dominicano, Ednita Nazario regresó a los escenarios de Santo Domingo para cerrar su gira Desamor, en un concierto que combinó dramatismo, potencia vocal, humor, confesiones y más de 20 éxitos interpretados durante dos horas de pura entrega.
La velada inició puntualmente a las 8:55 de la noche, cuando la artista apareció en escena vestida elegantemente de negro para abrir el espectáculo con “Vengada”, tema que marcó el tono emocional del resto de la noche.
Acompañada por un ensamble integrado por cuatro músicos, dos coristas y dos bailarines, Ednita continuó con “Tú sin mí” y “Te quedarás hundido”, inundando la sala con su sello inconfundible: un pop cargado de balada intensa y el toque teatral que la distingue dentro del pop latino.
Una confesión
Al saludar al público, la cantante dejó claro que esta presentación tenía un significado especial: “Gracias por fin, ¡qué emoción! Tuve que esperar mucho para que esta noche se diera. Esta gira ha sido muy intensa y soñaba con despedirla en mi segunda patria, en uno de los lugares más heridos del planeta”, expresó, desatando una ovación. Añadió, con humor, que esperaba que esta noche trajera “recuerdos buenos y otros no tan buenos” y advirtió entre risas: “Si les recuerda alguna mala administración, no me echen la culpa a mí”.

Acto seguido, encendió al público con “Más mala que tú”, “El peor amante”, “Por ti”, “Tanto nos amamos”, “Llorar por ti” y una emotiva interpretación de “Gracias”, intercalada con una confesión que provocó risas y empatía.
La diva también conversó sobre el amor, sus experiencias y su visión de la vida: “Mi música habla de la vida. No tengo intención de hablar mal de los hombres, pero ellos son mi inspiración. Son un mal necesario”, bromeó. “Me he casado tres veces y no pierdo la esperanza de encontrar el amor de mi vida. El amor es perfecto, los imperfectos somos nosotros”.
Con un segundo vestuario, pantalón y blusa negra con brillo, continuó con “Tú sabes bien”, “Devuélveme”, “Después de ti”, “Lo que son las cosas”, “No vuelvas” y “A que no te atreves”, manteniendo al público en una montaña emocional constante.
Interpretó “Tres deseos”, seguido de un instante íntimo al interpretar una de sus favoritas: “No me mires así”, acompañada en escena por su compositor Frank Ceara, a quien calificó como “un gran amigo”.
Momentos especiales
Uno de los segmentos más emotivos fue su serie de canciones a capela, donde dejó claro que su voz sigue siendo un instrumento poderoso e inconfundible. Interpretó fragmentos de: “No te mentías”, “Confesara”, “Dime qué pasa”, “Si no me amas” y “La fuerza de un te quiero”.
En la recta final, cantó “Más grande que grande” para luego encender una estela de emociones con “Quiero que me hagas el amor”, seguida de “Lloviendo flores” y cerró con “Aprenderé”.
Otros detalles
— La dirección
El concierto estuvo musicalmente dirigido por José Gómez, responsable de conducir la energía del espectáculo entre explosiones de fuerza y momentos de delicada vulnerabilidad. “Canto en vivo y por eso me hidrato”, dijo.