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SANTO DOMINGO.-El indetenible crecimiento vertical que por décadas viene registrando el Gran San Domingo, y en particular el Distrito Nacional, se ha convertido en el ‘talón de Aquiles’ de los ayuntamientos, que por sí solos no pueden lidiar con la alta densidad que registra el territorio.
Esa situación se traduce en un caos permanente, dados los tapones vehiculares, deficiencia de servicios básicos como agua, inseguridad ciudadana, iluminación y escasez de áreas verdes para la sana convivencia.
