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Economía Keynesiana y su principio central

Un tema inagotable para los economistas de todas las generaciones es la del pensamiento keynesiano. Es el marco analítico que nos sirve de brújula para entender el rumbo que las decisiones de estado marcan a los gobernantes.

En efecto la intervención del Estado para estabilizar la economía siempre está presente en el quehacer diario sean tiempos de bonanzas o de crisis es imprescindible aplicar el manual del brillante economista inglés nacido el 5 de junio de1883 el año en que precisamente murió otro genio dueño de otra escuela del pensamiento, Carlos Marx. ¿Coincidencia? El destino es cosa rara, recuerdo haber leído por ahí.(Paul Samuelson The Select Scientific Papers tomo 5)

“L’art pour l’art nunca formó parte de su credo científico” citando a sus biógrafos nunca gustó de la política. “Nadie que hablara con Keynes durante una hora podía dejar de percibir que se trataba del menos político de los hombres” tomado de 10 Grandes Economistas de Marx a Keynes. Joseph A. Schumpeter en sus ensayos págs. 357-358 Capítulo 10 Alianza Editorial. 5ta Edición.

“Sus lealtades fueron lealtades hacia las medidas tomada, y no hacia los individuos o grupos. Dotado de excepcionales cualidades para la polémica y de una aguda percepción de los valores tácticos…poco o nada significaban para él los partidos. Era un polemista formidable a quien nadie podía ignorar respetado por todos y estimado por muchos” Ibid.

Veamos sus principios. Fue durante la Gran Depresión de los años treinta cuando la teoría del momento no pudo explicar las causas del grave derrumbe económico mundial ni tampoco brindar una solución adecuada de política pública para reactivar la producción y el empleo.

Keynes encabezó una revolución del pensamiento económico en 1936 con su obra “Teoría general de la ocupación, el interés y el dinero” que anuló idea predominante de que el libre mercado de forma automática generaba pleno empleo, es decir el equilibrio de los mercados: toda persona que buscara trabajo lo obtendría siempre y cuando los trabajadores flexibilizaran sus demandas salariales.

El principal postulado de la teoría de Keynes es que la demanda agregada -la sumatoria del gasto de los hogares, las empresas y el gobierno- es el motor más importante de la economía. Por tanto, Keynes sostenía que el libre mercado carece de mecanismos de auto equilibrio que lleven al pleno empleo. Los economistas keynesianos justifican la intervención del Estado mediante políticas públicas orientadas a lograr el pleno empleo y la estabilidad de los precios.

Idea revolucionaria. Keynes argumentaba que una demanda general inadecuada podría generar alto desempleo a largo plazo. El producto de bienes y servicios de una economía es la suma de cuatro componentes: consumo, inversión, compras del gobierno, y exportaciones netas. Cualquier aumento de la demanda tiene que provenir de cualquiera de esos componentes. En una recesión las fuerzas pueden deprimir la demanda al caer el gasto.

La economía en la incertidumbre a menudo erosiona la confianza de los consumidores que reducen sus gastos, especialmente en compras como una casa o un carro, esa reducción se traduce a las empresas que reducen sus inversiones debido a la menor demanda de productos. Así que la tarea es hacer crecer el producto y recae en el Estado según la teoría keynesiana. La intervención estatal es necesaria para moderar los auges y las caídas de la actividad económica del ciclo económico.

Son tres sus elementos fundamentales:

1ero. En la demanda agregada influyen muchas decisiones económicas, tanto públicas como privadas. Las decisiones del sector privado son importantes y se traducen a resultados macroeconómicos muchas veces adversos cuando reducen el gasto de consumo durante una recesión. Una economía mixta es apoyada por esta teoría.

2- Los precios y especialmente los salarios, responden lentamente a las variaciones de oferta y la demanda

3- Las variaciones de la demanda agregada, ya sea previstas o no, tienen su mayor impacto a corto plazo en el producto real y el empleo, no en los precios. Los keynesianos creen que, como los precios son un tanto rígido, las fluctuaciones de cualquier componente del gasto -consumo, inversión o gasto público- hacen variar el producto.

Estabilizar la economía.

Lo que distingue a los keynesianos de otros economistas es su creencia en las políticas intervencionistas para interrumpir la duración del ciclo económico por su importancia en el problema económico. En vez de considerar los desequilibrios presupuestarios del Estado como perniciosos, Keynes propugnaba políticas fiscales anticíclicas, que actúan en sentido contrario al del ciclo económico.

Por ejemplo, los keynesianos propondrían incurrir en un gasto deficitario destinado a proyectos de infraestructura que demanden mucha mano de obra, para estimular el empleo y estabilizar los salarios cuando la economía se contrae y elevarían los impuestos para enfriar la economía y evitar la inflación ante un abundante crecimiento de la demanda. La política monetaria también podría utilizarse para estimular la economía, por ejemplo, bajando la tasa de interés para alentar la inversión.

Keynes, sostenía que los gobiernos debían resolver los problemas a corto plazo en vez de esperar que las fuerzas del mercado corrigieran las cosas en el largo plazo, “a largo plazo, todos estaremos muertos”.

Evolución del keynesianismo

A pesar de que sus ideas fueron ampliamente aceptadas durante su vida, fueron analizadas minuciosamente y son antológicas sus polémicas con la Escuela Austriaca de Economía porque estos creían que las recesiones y los auges son parte del orden natural. La economía keynesiana dominó la teoría y la política económica después de la Segunda Guerra Mundial hasta la década de 1970, cuando en muchas economías avanzadas hubo inflación y un lento crecimiento fenómeno que se denominó “estanflación

Perdió su popularidad, aparecen los monetaristas que dudaban de la capacidad de los gobiernos para regular el ciclo económico con la política fiscal y sostenían que el uso sensato y prudente de la política monetaria (esencialmente controlando la oferta monetaria para influir en la tasa de interés). Los representantes de esta escuela también sostenían que el dinero puede tener un efecto en el producto a corto plazo, pero creían que en el largo plazo una política monetaria expansiva genera únicamente inflación.

Tanto los postulados keynesianos como los monetaristas fueron puestos bajo la lupa cuando surgió la nueva escuela clásica a mediados de los años 70. Dicha escuela afirmaba que los responsables de las políticas públicas son ineficaces porque los participantes individuales en el mercado pueden prever los cambios de una política y actuar anticipadamente para contrarrestarlos.

Una nueva generación de keynesianos surgió entre los 70 y 80s y afirmó que aún los individuos puedan prever correctamente los cambios, los mercados agregados no se ajustan instantáneamente por lo tanto la política fiscal puede igualmente ser eficaz en el corto plazo.

La crisis financiera mundial 2007-08 hizo resurgir el pensamiento keynesiano que dio sustento teórico a las políticas económicas adoptadas por muchos con gobiernos incluidos los Estados Unidos, e Inglaterra. Aunque Keynes murió hace más de medio siglo (21 de abril de 1946) con 62 años de edad, su diagnóstico de las recesiones y depresiones sigue siendo la base de la macroeconomía moderna.

Pero la crisis de 2007-08 también mostró que la teoría keynesiana debía contemplar mejor el papel del sistema financiero. Los economistas seguidores de su corriente están rectificando esa falta, integrando los sectores real y financiero de la economía.

El autor es economista.

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Economista y contador público, egresado de la Universidad Autónoma de Santo Domingo (UASD) con maestrías en Administración Pública (PUCMM), Manejo Sostenible del Agua (PUCMM), Contabilidad Tributaria (UASD) y Riesgo de Desastres y Gobernanza del Cambio Climático (Universidad Alfonso X el Sa...

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