La economía de China está cerrando el año con broche de oro, ya que los primeros datos de diciembre indican que tres trimestres consecutivos de crecimiento a una tasa de 6,7 por ciento no están afectando la expansión del país.
Las encuestas privadas revelan que tanto las grandes como las pequeñas empresas dieron cuenta de un mayor impulso. El ánimo entre los ejecutivos fue el mejor desde agosto de 2014.
Los gerentes de ventas tuvieron una perspectiva estable, incluso cuando las condiciones en las fábricas y las siderúrgicas se redujeron. Dos años de alivios monetarios y estímulos fiscales han ayudado a la segunda mayor economía del mundo.