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SANTO DOMINGO.-La economía azul basada en el uso, gestión y conservación sostenible de los recursos marinos mediante actividades que impulsen el desarrollo económico y la mejora de los medios de vida, que a la vez preserven la riqueza de la biodiversidad de zonas costeras afectadas, representa uno de los retos que afronta el país.
Dentro de esa dinámica figura la protección de los arrecifes de corales marinos, una de las principales fuentes de absorción de dióxido de carbono (CO2), que contribuyen a la lucha del cambio climático.
