Muchas de las dunas de Baní han sido violentadas por desaprensivos, como esta de la imagen, que luce deforme debido a la sustracción de arena. ELIEsER TAPIA
SANTO DOMINGO.-El parcelamiento de los terrenos de Las Dunas de Baní ha ido y venido con el paso del tiempo al ritmo de las denuncias encabezadas por Monseñor Víctor Masalles, obispo de la Diócesis de Baní.
Las reincidencias en la práctica evidencian una clara intención de ocupar para fines particulares (asentamientos agrícolas, humanos; eventuales ventas futuras), los terrenos de la Reserva Científica Monumento Natural Félix Servio Ducoudray, declarados así en el año 1996.
La última denuncia hecha por Masalles este viernes vía twitter y confirmada más adelante por vía telefónica a EL DÍA, produjo una rápida intervención del cuerpo militar que compone el Servicio Nacional de Protección Ambiental.
“El fotógrafo fue parroquiano mío y me dio los detalles de lo que pasó y posteriormente volvió al lugar comprobando que los militares habían limpiado la zona”, afirmó Masalles.
En noviembre de 2019, EL DÍA evidenció fruto de una denuncia similar de Masalles, no solo el parcelamiento sino el robo progresivo de los agregados de las dunas.
En ese entonces, la sociedad Ecológica de Baní y dirigentes comunitarios de la sección Las Calderas, el paraje Las Salinas y el distrito municipal Las Matanzas denunciaron que muchos camiones cargados de basura accedían al lugar cargados de desechos, los vertían en la reserva natural y abandonaban el lugar con arena.
Según Leonel Peña, nativo y residente de Las Calderas, las usurpaciones iniciaron en el año 2016 originalmente con la excusa de utilizarlas para fines de cultivo.
“Eso a pesar de que es una tierra sin vocación agrícola y que no tiene agua para el reguío”, afirmó Peña en ese entonces.
Mientras que el presidente de la Sociedad Ecológica de Baní declaró que muchos de los asentamientos son justificados porque “supuestamente están en las zonas de amortiguamiento del área que son trescientos metros, pero esa gente era la misma de 2016. Lo que han hecho es extender las parcelas y han seguido invadiendo el parque”.
La reincidencia requerirá de una presencia continua de las autoridades de Medio Ambiente en la zona a fin de evitar un mal mayor en el futuro similar al ocurrido a Bahía de Las Águilas.