Santo Domingo.- La venta de bebidas alcohólicas ha mejorado en los últimos días tras la implementación del toque de queda a partir de las 8:00 de la noche.
“Actualmente estoy comprando unos RD$30,000 pesos en cerveza cada semana, eso es mucho menos que lo que compraba antes de la pandemia pero es la mayor cifra desde que empezó el toque de queda”, dijo Manuel L. Ovalles, dueño del colmado Fausto, en Villa Juana.
Reveló que en su caso particular ha sido afectado, debido a que está en una zona de pocas residencias y que son los empleados de las compañías del entorno los que conforman su núcleo de clientes.
El mayor problema en las ventas que han enfrentado los denominados “colmadones” ha sido por el cierre a primeras horas de la noche debido al toque de queda.
“Es que en la noche es que uno pica, es donde la gente sale y compra tanto comida como bebidas”, afirmó Leoncio Villalona, del colmado La Torre en Villa Consuelo.
Explicó que para ellos ha sido más complicado porque tampoco pueden tener compradores en el colmado a fin de mantener el distanciamiento social.
“La gente compra bebidas por ejemplo es por el ambiente, si no hay coro te compran una o dos frías pero de ahí ya no vuelven. Imagínate, no va a estar bajando a cada rato del edificio a comprar”, aseveró.
En algunos de ellos la situación es distinta. “Si te llevas de la gente te dan las ocho de la noche con el colmado abierto. A veces tengo que sacarlos o dejar a los muchachos recogiendo y yo irme”, relató Odalís Beltré, administrador del colmado Los Hermanos.
Aseveró que aunque no venden como antes, lo vendido le permite salir a flote y mantenerse operando.