MIAMI.-El exdueño de una clínica del sur de la Florida que vendía fármacos para mejorar el rendimiento deportivo a jugadores de Grandes Ligas y hasta a atletas de secundaria fue sentenciado el martes a cuatro años en una prisión federal.
Anthony Bosch estuvo a punto de estallar en llanto en el tribunal, donde aseguró que la clínica era un negocio legal que finalmente se le salió de las manos.
El empresario, que se hacía pasar por médico, pretendía recibir una sentencia menos severa por su cooperación con las autoridades, pero el juez Darrin Gayles no estuvo de acuerdo.
“Este acusado fue el más culpable en esta conspiración”, dijo el juez. La fiscalía señaló que Bosch puede reducir su sentencia si sigue cooperando con el caso, incluyendo una posible declaración en un juicio.
Gayles indicó que Bosch se hizo pasar por un médico con licencia en su clínica Biogenesis of America, donde cobró miles de dólares mensuales para inyectora esteroides a jugadores como Alex Rodríguez y Ryan Braun.
El juez indicó que, más preocupante todavía, fue Bosch también suministró fármacos a jugadores de escuela secundaria de la zona de Miami. “El era la mente maestra”, señaló Gayles.
“El reclutó a otros para que lo ayudaran”. Bosch, de 51 años, se declaró culpable en octubre de conspirar para distribuir testosterona.
Bosch y Rodríguez probablemente declararán si los dos últimos acusados —el primo de A-Rod, Yuri Sucart, y el excoach de lanzadores de la Universidad de Miami, Lázaro Collazo— encaran juicios en abril como está programado.
Grandes Ligas suspendió a Rodríguez por toda la temporada de 2014, además de imponer sanciones a otros 13 jugadores.
Los Yanquis de Nueva York, el equipo de A-Rod, dijeron que el toletero ya no es su antesalista, y tendrá que desempeñarse como bateador designado.
El vocero de Grandes Ligas, Pat Courtney, rehusó comentar. Bosch, quien recibe tratamiento por su adicción a la cocaína desde que se declaró culpable, estuvo acompañado por dos docenas de amigos y familiares en la audiencia de sentencia. “Me siento avergonzado, estoy arrepentido”, dijo Bosch.
“No puedo explicar cuánto lo lamento”. Sin embargo, el fiscal Michael Sullivan dijo que en vez de ayudar a gente con problemas médicos, la principal meta de Bosch era ganar dinero al convertir a los atletas en “peloteros más grandes, más rápidos y más fuertes”. “El no era un doctor legítimo.
No estaba tratando enfermedades”, dijo Sullivan. El abogado de Bosch, Guy Lewis, dijo que sin la cooperación de su cliente, Grandes Liga son hubiese tenido evidencia suficiente para suspender a Rodríguez.