Se cumplieron 204 años del natalicio de Juan Pablo Duarte, quien para ser el principal Padre de la Patria dominicana se encuentra pasando por la misma situación con que pasan cientos de miles de ciudadanos comunes en este país, relegado, olvidado y hasta en la miseria como tantos otros.
El día 26 de enero ya no es tan importante para los dominicanos como antes lo fue, pues ya ese día para las autoridades del país el patricio no nació en esa fecha, sino la que convenga a ciertos personajes del quehacer político nacional, aunque esto signifique romper la tradicional honra que por tantos años se le tributa a quien fue el creador de nuestra patria, la República Dominicana.
Nunca antes visto, ningún ser viviente cumple años fuera de su fecha de nacimiento, pero por lo visto este no es el caso de nuestro patricio Juan Pablo Duarte, ¿Acaso ya él no es el Padre de la Patria? ¿Tenía una fecha de nacimiento errónea? ¿A quién beneficia remover su fecha de nacimiento?
Duarte es el verdadero artífice de la independencia nacional, así lo calificó el presidente de la República, Lic. Danilo Medina, sin embargo, él no tiene derecho a celebrar su natalicio en la fecha en que nació, porque así lo han determinado algunos políticos, negándole sus honras como debería ser en cumplimiento a los preceptos de nuestra Carta Magna.
Juan Pablo Duarte, hoy en el más allá debe estar llorando, no porque le hayan robado su fecha de nacimiento, sino porque la patria que él forjó se encuentra en peligro, en peligro porque el legado de la Trinitaria quedó atrás, muy atrás, porque los hombres y mujeres que en su mayoría sirven al país no lo hacen por el sentimiento y amor por su pueblo, sino por dinero: mucho dinero, no como tú, que te empobreciste sirviéndole a tu país cuando forjaste nuestra patria, en cambio ellos en gran parte solo se sirven de ella sin importar el precio que tu pagaste.
Otros también pagaron un precio muy alto, como lo fue María Trinidad Sánchez, siendo un año después de la Independencia fue fusilada durante el gobierno del general Pedro Santana, considerándose el primer crimen político contra una mujer en la ya forjada República Dominicana, y Francisco del Rosario Sánchez, quien luego de hurgar en el exilio murió fusilado en San Juan de la Maguana, cuando entró por Haití de regreso a su patria.
Hoy a los padres de la patria en nuestro país no se le reconocen sus méritos debidamente, ni se honran correctamente como lo que fueron, forjadores de la misma, por el contrario, se les niega hasta el derecho de celebrar su natalicio en su fecha, para complacer el ego de un grupo de políticos desconocedores del valor patriótico de aquellos que ofrendaron su vida por una patria que debe ser duradera y respetada por todas las claques políticas, sin importar de qué parcela vengan, y para inculcar ese valor a todas las generaciones presentes y futuras en nuestra nación.
Los nombres de Juan Pablo Duarte, Matías Ramón Mella, Francisco del Rosario Sánchez, María Trinidad Sánchez y Concepción Bona