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Santo Domingo.-El proceso creciente de urbanización que registra el país, en especial el Gran Santo Domingo, pone de relieve -cada vez más- la construcción de una gran “mole de cemento”.
Es así como el suelo se “impermeabiliza” gradualmente, registrándose más inundaciones porque las lluvias torrenciales no encuentran por donde drenar hacia el subsuelo, los ríos o el mar.
En Santo Domingo se construye y se escogen áreas naturales que, en ocasiones, alteran, obstruyen y reducen la permeabilidad de los suelos.
