Dos tropezones muy dolorosos

Existe un dicho ya universalizado, que reza; “el que gana es el que goza”, y precisamente en los dos eventos internacionales en los cuales la República Dominicana tenía ayer destacado protagonismo, salimos por la puerta de atrás, aunque demostrando como siempre, un extraordinario coraje competitivo.

El primer revés del día se materializó en el Viejo Continente, en Zurich, Suiza, donde en el marco de la Liga Diamante, Marileidy Paulino quedó corta en la búsqueda de consolidar su reinado con un cuarto triunfo consecutivo en la final de los 400 metros lisos.

Paulino cayó vencida ante la bahreiní Salwa Eid Naser, quien desde hace tiempo le venía pisando los talones, y ayer lo logró, sacando una gran ventaja en el tiempo realizado.

Naser, detuvo el reloj en 48.70, récord del mitin, mientras Marileidy, quien hasta ese momento había logrado 48 .81, en pasadas competencias, ayer quedó muy rezagada al detener el reloj a los 49.23, muy lejos del primer puesto.

Paulino, quien era amplia favorita, alegó tras el revés, que “sus piernas le fallaron, y que no tenía nada más que decir”. Bueno.

Empero, dejó claro que trabajará sin descanso para asistir al Mundial de Tokio, con planes de entrenar en territorio japonés.

El otro fracaso, aunque diferente al de Marileidy, que sí salía como favorita, fue el del seleccionado de básket, que asiste a la Americup, que ayer cayó ante Brasil, seleccionado que tiene 12 victorias con apenas dos reveses ante RD.

A pesar del esfuerzo ejecutado, la pizarra concluyó 94-82, para decretar la eliminación de la selección dominicana.
Ambos fracasos, en la Liga Diamante, como en la Americup, deben servir para motivar a nuestros atletas, para que continúen desarrollando su gran potencial.