A lo largo de dos partidos, los Cavaliers han sido tipos duros en estos playoffs.
Este año, ellos son los matones.
Donovan Mitchell anotó 23 puntos, Jarrett Allen tuvo 20 rebotes y Cleveland superó el lunes 96-86 al Orlando Magic en una segunda pelea consecutiva para tomar una ventaja de 2-0 en su serie de primera ronda de la Conferencia Este.
Ha sido una apertura impresionante para los Cavs, que pasaron la temporada regular esperando una oportunidad de redimirse luego de la eliminación en primera ronda del año pasado contra los New York Knicks, que castigaron a Cleveland en cinco juegos.
Los Cavs fueron etiquetados como blandos, especialmente Allen, quien fue criticado por decir que “las luces eran demasiado brillantes”. Han cambiado el guión hasta ahora.
«Es muy satisfactorio», dijo Allen. “Demuestra que hemos crecido no sólo como equipo sino también como individuos. No nos rendiremos bajo presión. Tenemos nuestros momentos, pero en general siento que hemos dado un gran paso”.
Mitchell marcó la pauta mientras los Cavs lideraban de principio a fin, tal como lo hicieron en el Juego 1.
Evan Mobley añadió 17 puntos y Allen anotó 16 (con nueve rebotes ofensivos) para Cleveland. Es el tercer jugador en la historia del equipo en conseguir 20 rebotes en un partido de playoffs, uniéndose a Kevin Love (21) y Brad Daugherty (20).
«Significa mucho», dijo Allen. «Es una buena compañía».
Paolo Banchero anotó 21 puntos y Franz Wagner 18 para el Magic, que sólo ha regresado para ganar una serie de playoffs en 13 intentos cuando perdió el primer partido de la serie. Ahora están en un agujero aún más profundo.
Como fue el caso en el Juego 1, el Magic no pudo encontrar su toque de tiro. Tiraron al 36% desde la cancha, incluidos 9 de 35 en triples.
“Tenemos que encestar tiros, ese es el nombre del juego”, dijo Banchero, quien acertó 9 de 20. “Es frustrante para todos cuando sigues lanzando y no entra. Por la forma en que se han desarrollado estos dos juegos, creo que No creo que nadie piense que esto continuará cuando regresemos a casa”.
El tercer juego de la serie al mejor de siete es el jueves en Orlando, y Allen espera otra batalla física.
“El primero en llegar a 85”, predijo Allen, de 6 pies 11 pulgadas. «Ha sido una serie de mentalidad defensiva y mantengámosla así».
El guardia del Magic, Jalen Suggs, cayó con un esguince en la rodilla izquierda en el primer cuarto. Se desplomó en el suelo después de hacer contacto con Mitchell e inmediatamente se agarró la pierna con dolor. Después de que lo ayudaron a levantarse, un emocionado Suggs no pudo poner ningún peso en su pierna mientras lo llevaban al vestuario.
Sin embargo, la ex estrella del fútbol americano de la escuela secundaria regresó después del entretiempo con una manga en la pierna. Terminó con nueve puntos y provocó una recuperación en el último cuarto cuando el Magic anotó 13 puntos seguidos para acercarse 87-78.
Mitchell, sin embargo, regresó y anotó dos canastas rápidas para restablecer el orden para los Cavs.
«Hicimos algunas cosas buenas», dijo Mitchell. «No estoy enojado por la forma en que jugamos, pero podemos ser mejores».
La lesión de ‘Suggs pareció sacudir a sus compañeros. El Magic tenía sólo 14-13 cuando salió, pero los Cavs cerraron el primer cuarto con una ráfaga de 19-5 para abrir una ventaja de 12 puntos.
“A tu equipo le quitas el aliento cuando nuestra cabeza de serpiente en defensa cae”, dijo el entrenador del Magic, Jamahl Mosley. «Tenía bastante dolor cuando regresó, así que lo evaluaremos cuando regresemos a casa».
Suggs no parecía sentir ningún dolor después del juego y confiaba en que estaría listo para el Juego 3.
«Estoy bien», dijo. “Pude terminar. Será genial volver a casa y recibir tratamiento durante un par de días. Jugamos el jueves a las 7 pm y estaré listo”.
La bandeja de Garland con 9:09 por jugar le dio a los Cavs una ventaja de 22 puntos, permitiendo a sus fanáticos que agitaban toallas desahogarse y celebrar que Cleveland obtuvo una segunda victoria en postemporada por primera vez desde 2018.
Allen sabe que conseguir una tercera victoria no será fácil.
«Sabemos que cuando vayamos a su casa, serán un equipo completamente diferente», dijo. “Van a tener a su público local detrás de ellos. No quieren que llegue el 3-0. Simplemente intentarán atacarnos como lo hemos estado haciendo con ellos”.
