¿Dónde están nuestros desaparecidos?

¿Dónde están nuestros desaparecidos?

¿Dónde están nuestros desaparecidos?

Jesús Díaz

Debe llamar poderosamente la atención la cantidad de desaparecidos que hay en el país, resultando afectadas decenas de familias, embargadas por la angustia y la desesperación ante una situación como esta. Quienes ni siquiera tienen una respuesta eficaz por la pérdida de sus familiares y que no saben si están vivos o muertos.

Reportes periodísticos cuentan que 641 dominicanos han desaparecido desde el 2019 a la fecha sin que se sepa de ellos. Conforme con las estadísticas de la Procuraduría General de la República Dominicana, en el año en curso los desaparecidos suman al menos 79 personas. En el año 2021 desaparecieron 201, en el 2020 las fiscalías dominicanas recibieron 95 denuncias de desapariciones y en el 2019 contabilizaron 266, de los años anteriores no se tienen cifras.

Estos datos provocan un daño terrible, no solo a los familiares sino también a la sociedad dominicana, pues las familias implicadas no puedan llevar a cabo la planeación e implementación de un proyecto de vida individual y familiar. Lo anterior evidencia impactos psicosociales a nivel comunitario: estigmatización y escenarios de revictimización; a nivel familiar: reasignación de roles, quiebre en el ciclo vital, sufrimiento psicológico permanente; y a nivel individual: incertidumbre, quiebres de proyectos de vida, malestar psicológico, entre otros.

Como dato sorprendente, la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH-RD) cifra en más de 30 mil las personas reportadas como desaparecidas durante la tiranía de Trujillo y establece que durante los últimos cinco años han superado las 10,000. Identificadas como un agravante la falta de una estructura estatal de seguimiento al problema de las desapariciones.
Ante esta difícil situación, el Estado dominicano no ha podido darles una respuesta satisfactoria a las familias afectadas; devastadas ante la perdida de su ser querido, ya que este hecho ha dejado huellas imborrables en sus vidas.

El Estado y las autoridades deberán responder a la interrogante: ¿Dónde están nuestros desaparecidos?, personas que nunca más se han vuelto a ver o dar información acerca de ellos y cómo se encuentran.