Donald Trump, presidente 47 de EE.UU.: relaciones con China

Como era de esperarse y algunas personas, entre ellas este humilde ciudadano del mundo, ya teníamos dos años asegurando que Donald Trump hace historia al juramentarse, a las 12:01p. m., hora de Washington D. C. del pasado lunes 20 de enero, como el presidente 47 de los EE. UU.

Tres días antes, en la mañana del viernes 17, Donald Trump sostuvo una conversación telefónica con el presidente de la República Popular China (RPCh), Xi Jinping, con lo que enviaba un claro mensaje de que las relaciones entres las dos mayores potencias del planeta tendrán como base el diálogo entre las partes.

Una llamada más que de cortesía, para señalar que habrá una comunicación directa entre los líderes de las dos principales economías del mundo de hoy, que aunque tienen sus diferencias, deben enfocarse en las áreas en las que coinciden o son negociables.

El presidente Xi Jinping agradeció la iniciativa de Donald Trump por esta llamada, aprovechando para reiterarle felicitaciones por su reelección como presidente de EE. UU., destacando que tanto él como Trump conceden gran importancia a la interacción mutua.

También subrayó que China y EE. UU. comparten extensos intereses comunes y un amplio espacio para la cooperación, pueden y deben ser socios y amigos, contribuir al éxito recíproco y disfrutar de prosperidad común, lo que sin lugar a dudas beneficiará al mundo entero. Los dos líderes coinciden en que es inevitable que dos grandes naciones que proyectan su interés nacional, como China y EE. UU., tengan algunas diferencias, y que la clave es respetar los intereses fundamentales y prioridades de cada uno, y sobre todo, encontrar formas adecuadas de resolver los problemas por medio de la diplomacia.

El presidente Xi, como es costumbre por parte de los presidentes de la RPCh a los presidentes de EE. UU., recordó que el asunto de Taiwán concierne a la soberanía nacional y la integridad territorial de China y se espera que esta nueva administración de Donald Trump se adhiera al “Principio de una Sola China” y actúe en consecuencia.

Coherente con sus propuestas a la comunidad internacional, desde que asumió como presidente de la RPCh en 2013, Xi Jinping recordó que la naturaleza de las relaciones económicas y comerciales entre China y EE. UU. es mutuamente beneficiosa, por lo que la confrontación y el conflicto no deben ser la opción de los dos países. También exhortó a ambas partes a basar sus relaciones en los principios de respeto mutuo, coexistencia pacífica y cooperación de ganancia compartida.

El presidente Donald Trump agradeció al presidente Xi por las felicitaciones y dijo que valora sus relaciones con el presidente Xi, que han sido de respeto mutuo desde su primer Gobierno (2017-2021). El presidente Trump espera que sigan hablando entre sí y que puedan reunirse pronto.

Los presidentes Xi y Trump también intercambiaron opiniones sobre la crisis de Ucrania, el conflicto en Oriente Medio y otros transcendentales temas internacionales y regionales de interés común.

Finalmente, y es algo a lo que recomiendo prestar especial atención, los líderes globales acordaron establecer un canal de comunicación estratégica para mantenerse en contacto regular sobre los transcendentales temas de interés común.

Soy de los que cree que con Donald Trump al frente de los EE. UU., aunque parece un radical opositor a China, las relaciones entre estas dos potencias puede encontrar ese equilibrio de ganancias compartidas del que habla tanto el presidente Xi Jinping. Adelante.