Santo Domingo.- El emblemático Palacio de los Deportes Virgilio Travieso Soto además de ser el escenario donde han nacido estrellas del baloncesto dominicano, es el hogar de Pablo Reyes o como todos los deportistas que juegan en la media naranja lo conocen: Tomás, administrador de la instalación deportiva desde hace 52 años.
«Salgo de mi casa todos los días a las 6:10 AM para llegar aquí a las 7:40 AM y en esos 52 años todavía no he pedido vacaciones, porque esto es lo que me mantiene joven», expresa Tomás con entusiasmo.
Los primeros compromisos laborales de Thomas fueron en Haina como ayudante de albañil en una constructora mexicana, a la que prestó servicios para construcción otras obras importantes como el cementerio Cristo Redentor, hasta llegar a ser el administrador del Palacio de los Deportes Virgilio Travieso Soto.
A sus 84 años aun recuerda como fueron los trabajos de construcción de La Media Naranja.
«Yo era el que tenía que ver con el manejo del cemento y llevaba la tarifa de las fundas que se utilizaban», narra Reyes.
Confiesa que se ganó el respeto y confianza de sus superiores de aquel entonces, al punto de sugerirlo en 1974 al expresidente Joaquín Balaguer como administrador permanente del Palacio de Los Deportes a lo que el mandatario accedió.
«Ellos me tomaron cariño y confianza, entonces cuando Balaguer vino a recibir la obra los mexicanos le dijeron: mire si usted quiere dejar una persona seria déjelo a el; por mi seriedad», relata el mayordomo con un nudo en la garganta por la emoción de recordar ese momento.
No fue sino hasta 1984 que por accidente Tomás fue despedido como mayordomo de la instalación deportiva de manera efímera ya que los jugadores salieron en su defensa y en horas solicitaron de sus servicios.
«Fue como a las 9 de la mañana y como a las 2 de la tarde ya yo estaba aquí, me pidieron disculpas porque fue que firmaron la carta sin darse cuenta pero, todos los jugadores decían que iban a romper todo esto», manifiesta con lagrimas en sus ojos y con sonrisa que iluminaba su rostro.
Con lagrimas que deslizan por sus mejillas el octogenario administrador cuenta, que gracias a la educación de sus padres ha aplicado a lo largo de su vida el respeto, la disciplina y la responsabilidad, pilares, que según considera, son necesarios no solo para ejercer con dignidad la mayordomía, sino para vivir correctamente, de modo que este concepto de vida también lo trasmite a sus hijos.
«A mis cinco hijos les hice cinco casas, honradamente porque tengo 4 hembras y un varón, que son mi luz, hay dos que son ingenieras de informática, una que estudió psicología y otra mercado, el varón está en Estados Unidos y es ciudadano americano», indica asentando con la cabeza, el legendario administrador.
Tomás narra que desde niño sus aspiraciones académicas iban encaminadas al comercio, sin embargo no logró culminar sus estudios de secundaria, pero sí pudo adquirir una vivienda para su familia y que sus hijos concluyeran sus estudios superiores, con un salario que principio fue de 5 pesos mensuales.
«En aquel tiempo hice un octavo curso que no era todo el mundo que llegaba y quería estudiar comercio, pero como maestro constructor solo ganaba cinco pesos», recuerda Reyes.
Para él lo más importante son los valores, su deporte preferido es el baloncesto, su familia es la luz de sus ojos, y el Palacio de los Deportes Virgilio Travieso Soto es su adorable hogar, él es Pablo Reyes, mayordomo por excelencia.