El presidente Danilo Medina,dejó inaugurada la fabrica de cemento DOMICEM,construida en la localidad de Palanque,San Cristobal /foto José de León
Palenque, San Cristóbal.-El presidente Danilo Medina cortó ayer la cinta inaugural que dejó en funcionamiento el nuevo molino vertical de la empresa productora de cemento Domicem, construido con una inversión superior a los 900 millones de pesos.
El presidente del consejo de Domicem, Marco Focardi, explicó que el nuevo molino les permitirá reducir el consumo de electricidad en un 35 % y aumentará su capacidad de producción un 10 %, llevándoles a lograr su objetivo de expandirse y “consolidarse como la empresa de cemento más eficiente de República Dominicana y el Caribe”.
“La construcción de esta grandiosa obra fue realizada en tiempo récord, apenas 15 meses; el buen clima de inversión de este país y su localización estratégica, nos motivan a seguir invirtiendo y que República Dominicana sea la base de operaciones para la expansión de nuestro grupo en esta región”, dijo Focardi.
Francesca Colaiacovo, presidenta del grupo Financo, principal inversionista de Domicem, dijo que esa planta cementera “no es solo maquinaria de alta tecnología hábilmente ensamblada para trabajar de manera eficiente y respetuosa del medio ambiente”, sino que en 10 años se ha convertido en una “joya preciosa”, resultado de la dedicación y profesionalismo de personas que contribuyen a su crecimiento y desarrollo.
Medina escucha quejas de los múnicipes
De camino al helicóptero que lo traería de vuelta al Santo Domingo, el presidente Danilo Medina se detuvo a escuchar las peticiones de los comunitarios y les hizo promesas.
A la salida de Domicem, Medina habló con Carlos Pérez, representante de los vendedores de playa Palenque, quien le manifestó las vicisitudes que atraviesan por la reducción de turistas a la zona, debido al deterioro de la playa.
El presidente Medina les prometió enviar una comisión para evaluar la situación. Luego se detuvo en el ventorrillo de Enmanuel Valdez, productor de cebolla, para escuchar sus lamentos sobre las plagas, a lo que Medina prometió enviarle una secadora.
Aunque el Jefe del Estado no se detuvo en ningún otro punto, saludó a las personas que le pedían ordenar la reparación de las calles casi intransitables por las que cruzaba.