Dilenia Cruz
Sabías la diferencia entre el dolor agudo y el dolor crónico. Para quienes no lo saben o tienen confusión: un dolor de muela, un hueso roto, o una apendicitis son dolores agudos. El dolor crónico puede venir de otras situaciones donde se produjo una herida o traumatismo el cual sanó físicamente, pero por alguna razón el cerebro sigue registrando un daño en el área.
También está el dolor crónico proveniente de la degeneración de los tejidos diagnosticados como: reumatismo, artritis, y otros. En algunos artículos te he hablado de posibles terapias e incluso ejercicios que puedes hacer en casa para ayudarte a combatir estos dolores.
Hoy hablemos del dolor en hombros y cuello; muchas personas también se quejan de sentir “vibraciones en la parte posterior de la cabeza”. Desde las constelaciones familiares te invito a revisar tus cargas.
Es más que probable que estés llevando muchas cargas que ni siquiera son tuyas. En la medida que logres posicionarte en el lugar que te corresponde en tu sistema familiar y entregar esas cargas a quienes pertenecen, podrás sentir un gran alivio para seguir tu propio camino.
Como coach de salud, te invito a hacerte consciente de los momentos en que te sientes más cansad@, agobiad@.
También identificar qué ocurrió horas o días antes de que sientas esa presión. Cuando encuentras el desencadenante de esas emociones entonces estás list@ para prevenirlo, mientras tanto te invito unos ejercicios.
Haz una rutina diaria donde te das permiso para sanar; elige el mismo horario para hacer tres respiraciones lentas y profundas. Si estas sentad@: relajate, planta los pies en suelo, al inspirar, llénate de armonía, paz, o aquello que necesitas en tu vida y al exhalar deja salir todo lo que te oprime y enoja.
