Una gran diversidad de personas en algún momento de la vida sienten una desagradable sensación al masticar un dulce.
Muchas veces esta molestia se convierte en dolor, imposibilitando al paciente del disfrute de un postre. En ocasiones el dolor se prolonga minutos después de haber terminado el postre y cada vez se hace más incómodo convivir de esta manera.
Para erradicar de una vez por todas dicha sensación, el primer paso debe ser acudir al odontólogo para una evaluación. A veces, la razón del dolor puede deberse únicamente a una sensibilidad la cual se combate con la utilización de pastas fluoradas y aplicaciones de flúor en el consultorio dental.
Si la razón es una caries, el odontólogo procederá a la eliminación de esta. La sensibilidad también puede presentarse debido a una enfermedad de las encías la cual será tratada por el profesional.
En otros casos menos comunes el dolor al comer dulces está dado por traumas en los dientes, cepillado muy brusco, episodios gástricos como reflujo, consumo en exceso de alimentos y bebidas ácidas. No importa la razón que sea, el odontólogo se encargará.
No es recomendable resolver la molestia por cuenta propia.
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