NUEVA YORK .— Al reunir a Max Scherzer y Jacob deGrom, los Mets de Nueva York creyeron que habían hecho la lista de la compra perfecta. Pero el entrenamiento de primavera les deparó un imprevisto desagradable cuando ambos se lesionaron durante la última semana del campamento. “Con el tiempo, las cosas sanan”, dijo el gerente general Billy Eppler.
A eso se encomienda Nueva York. Primero fueron las malas noticias sobre deGrom, quien no pudo lanzar desde el 7 de julio por un esguince del codo. Acaban de detectarle una inflamación en el hombro.
Probablemente estará fuera de acción hasta mayo. “Él está decepcionado. Nosotros estamos decepcionados. Todos estamos decepcionados. Nadie es inmune a eso”, dijo Eppler.
Al día siguiente, Scherzer no pudo cumplir con una salida en un juego simulado debido a una molestia de isquiotibiales, poniendo en duda si podrá lanzar en el inicio de la campaña. Scherzer, de 37 años, y deGrom, de 33 años, acumulan entre sí cinco premios Cy Young.
Con semejante 1-2 en la rotación, los Mets se presentaban con grandes expectativas (y una nómina astronómica) para 2022 tras su más reciente remozamiento de invierno.
Buck Showalter es el nuevo manager, de vuelta en la Gran Manzana, para dirigir a su quinto equipo en las Grandes Ligas. Chris Bassitt, un All-Star, se suma a la rotación y el recién adquirido Starling Marte aportará velocidad y poder en los jardines.
Bassitt llegó procedente en un canje con Oakland. Pero Scherzer, Marte, el jardinero Mark Canha, el tercera base Eduardo Escobar y el relevista Adam Ottavino firmaron dentro del derroche de gasto orquestado por Eppler. Apurado a ganar un título en su segundo año como dueño, Steve Cohen no tuvo reparo en disponer de sus amplios recursos y comprometió casi 260 millones de dólares en esos cinco agentes libres.
Los Mets pasaron a tener la segunda nómina más cara (sobre los 250 millones) del béisbol, sólo por detrás de los Dodgers de Los Ángeles.
“Steve tiene un cometido”, dijo el torpedero Francisco Lindor, quien un año atrás firmó un contrato de 341 millones. Pero no es la primera vez que los Mets lucen fuertes en el papel al iniciar la temporada.
Han sido un equipo que se ha quedado a deber recientemente, constantemente descarrilándose por lesiones. Vienen de su cuarta campaña con saldo desfavorable en los últimos cinco años y la décima en los últimos 13.
Se han clasificado dos veces a los playoffs en las pasadas 15 campañas y no ganan la Serie Mundial desde 1986. La competición promete ser feroz por el primer lugar del Este de la Liga Nacional.
Los Filis de Filadelfia también se reforzaron y los Bravos de Atlanta, campeones de la Serie Mundial, son un equipo completo. Nueva York lideró durante 103 días la pasada temporada, la mayor cantidad para un club que terminó con un récord negativo (77-85).
EN EL MONTÍCULO
En caso de ausencias de Scherzer y deGrom, Bassitt pasaría a ser su principal abridor. El pitcher de 33 años tuvo una admirable recuperación la pasada temporada tres ser impactado en el rostro por una línea. Los veteranos derechos Taijuan Walker y Carlos Carrasco también cubrirán turnos en la rotación. Carrasco se operó el codo y Walker la rodilla, en sendos procedimientos de limpieza.
CANÓ REGRESA
Robinson Canó retorna a sus 39 años tras perderse toda la pasada temporada, purgando una segunda suspensión por dopaje. Canó encaja como bateador designado, donde los Mets disponen de diversas opciones como J.D. Davis, Dominic Smith y el primera base Pete Alonso.
REDENCIÓN
Lindor busca reivindicarse tras un decepcionante debut al plato la pasada temporada. El cuatro veces All-Star bateó para .230, el promedio más bajo de su carrera. Tanto el segunda base Jeff McNeil y el receptor James McCann precisan recuperar la mejor versión de sus swings en una alineación que dependió mucho de Alonso (37 jonrones, 94 impulsadas y .863 de OPS) el año pasado.
NUEVOS AIRES
Aunque los Mets añadieron varios jugadores de cartel, también perdieron A piezas importantes en la agencia libres. Tal fue el caso del jardinero Michael Conforto, el infielder Javier Báez, los abridores Marcus Stroman y Noah Syndergaard, y los veteranos relevistas Aaron Loup y Jeurys Familia.
Showalter, de 65 años, asume como manager tras haber dirigido con éxito a los Yanquis, Diamonbacks, Rangers y Orioles. Sustituye a Luis Rojas, quien tuvo dos campañas de resultados adversos como piloto de los Mets.