Desde que cayeron abajo 6-1 en el Juego 3 de su Serie Divisional contra los Padres el martes pasado, los Dodgers han dominado a la oposición por 23-0 en el marcador global. En ese trecho, han tirado 33.0 entradas consecutivas en blanco, un nuevo récord de la Liga Nacional y una cantidad empatada con la marca de todos los tiempos en MLB con los Orioles de 1966.
El Juego 1 de la Serie de Campeonato de la Liga Nacional frente a los Mets fue la continuación de esa clase de dominio, en una victoria por 9-0 en el primer encuentro de las hostilidades al mejor de siete.
“Ha sido una gran racha para nuestros muchachos”, dijo el receptor de los Dodgers, Will Smith. “Yo estoy ahí atrás pidiendo los pitcheos, pero son esos muchachos ejecutando lo que estamos decidiendo”.
En el Juego 1 vs. Nueva York, el autor de la joya fue el abridor Jack Flaherty. El derecho tiró 7.0 episodios en blanco de dos hits y seis ponches frente a una alineación de los Mets que venía con mucho impulso tras clasificar de manera dramática en Atlanta, y luego eliminar a los Cerveceros de manera espectacular en la Serie del Comodín y dominar a uno de los mejores equipos del 2024, los Filis, en la ronda divisional.
“Fue una clínica de pitcheo”, dijo el manager de los Dodgers, Dave Roberts. “Y una vez nosotros tomamos la ventaja, él hizo un gran trabajo a la hora de atacar a (los bateadores contrarios). Y que nos brindara siete innings fue algo grande”.
Efectivamente, al utilizar a Daniel Hudson para una entrada y a Ben Casparius para el último capítulo, los Dodgers pueden realizar un “juego del bullpen” el lunes en el Juego 2, guardando a los otros abridores tradicionales Walker Buehler y Yoshinobu Yamamoto para los Juegos 3 y 4, respectivamente.
El abridor de los Mets para el segundo choque será el zurdo Sean Manaea.
“Fue bien divertido”, dijo Flaherty, oriundo del sur de California que se crio viniendo al Dodger Stadium para ver a su equipo favorito de la infancia. “Lo más importante fue salir y poner el tono. Y una vez tomamos la ventaja en la primera entrada, devolver (a sus compañeros) al dugout (con otro cero) y luego otro fue algo grande”.
Dado por muerto por mucha gente tras su derrota en aquel Juego 3 en San Diego hace seis días, Los Ángeles se ha levantado para jugar la clase de béisbol que hizo de los azules el club con el mejor récord en la campaña regular, con 98 victorias.
“Creo que ha sido un esfuerzo colectivo”, expresó Roberts. “Los jugadores involucrados en todos esos innings en blanco han sido fantásticos”.
Agregó el jardinero dominicano de Los Ángeles, Teóscar Hernández: “El pitcheo de nosotros ha sido excelente. Nosotros logramos poner unas cuantas carreras en la pizarra (para) ganar el juego. A salir a dar lo mejor de nosotros. Tratar de llevar ese momento al juego (del lunes)”.