Nueva York, EE.UU.- El tenista serbio Novak Djokovic, número uno del mundo, completó este sábado su segunda temporada perfecta en los torneos Masters 1000 al vencer en la final de Cincinnati 1-6, 6-3 y 6-4 al canadiense Milos Raonic.
Djokovic, que tiene marca perfecta de 23-0 en lo que va de temporada del Circuito de la ATP, hizo historia al ser el primero que consigue por dos veces el «Career Golden Masters».
Tras su victoria frente a Raonic, 30 del mundo, ahora ha logrado los nueve títulos de Torneos Masters 1000 por al menos dos veces, siendo en el de Miami el que más ha triunfado con seis trofeos.
El jugador de 33 años también empató el récord del español Rafael Nadal de más trofeos Masters 1000 con 35.
Sin embargo, no fue fácil para el serbio. Djokovic tuvo un comienzo lento en el primer set menos de 24 horas después de una extenuante semifinal de tres horas y un minuto contra el español Roberto Bautista.
El principal favorito tuvo que trabajar duro a partir del segundo set para encontrar su mejor forma después de haber perdido el primero en apenas 30 minutos, con cuatro dobles faltas, y conseguir su título número 80 después de dos horas de acción.
«Me gustaría agradecer a mi equipo por aguantar. Partido duro ayer, tres horas», declaró Djokovic durante la ceremonia de entrega del trofeo. «Me gustaría aprovechar esta oportunidad para saludar a todos los fanáticos de Cincinnati y al tenis de todo el mundo. Los extrañamos».
Djokovic, que se ha adaptado mejor que nadie al ambiente de la burbuja de Flushing Meadows, sin público, sí admitió que se siente raro sin la presencia de los aficionados.
«Se siente bastante extraño estar en estas condiciones y circunstancias, pero todos esperamos un mañana mejor y ustedes son una de las principales razones por las que jugamos al tenis profesional, así que espero poder verte muy, muy pronto», destacó Djokovic, que ahora llega al Abierto de Estados Unidos como el gran favorito a conseguir su cuarto título.
Djokovic tendrá 48 horas de descanso antes de abrir su participación en el Abierto cuando dentro del Arthur Ashe Stadium, el lunes, por la noche, haga su debut al enfrentarse con el bosnio Damir Dzumhur.
«En los últimos tres, cuatro días, luché un poco con mi condición física, pero me las arreglé para salir adelante», admitió Djokovic al concluir el partido. «Fue un encuentro muy cerrado hasta el último disparo. Fue un partido que pudo ganar cualquiera de los dos».
De su partido contra Raonic, Djokovic dijo que se presentó como se lo había imaginado, difícil y complicado, ante el buen momento de juego por el que atraviesa el canadiense de 29 años.
«El primer set obviamente estaba jugando muy bien, cometí algunas dobles faltas, le di dos quiebres», explicó Djokovic. «Siempre es difícil jugar contra Milos (Raonic). Tiene uno de los mejores servicios del circuito, pone mucha presión en tus juegos de servicio. Él interviene, va más por sus tiros desde el fondo de la pista».
Por su parte, Raonic reconoció que tuvo sus oportunidades de haber conseguido la victoria, pero no aprovechó los tantos decisivos en el tercer set cuando le rompió el saque a Djokovic y ahí se le fue el partido.