Dos años después de sus primeras movilizaciones, el regreso de los «chalecos amarillos» este sábado en Francia no consiguió la movilización «masiva» que esperaban sus organizadores, y estuvo protagonizada por enfrentamientos aislados con la Policía que concentraron la atención.
Pese a la expectativa de este 12 de septiembre, que servía de «hashtag» en redes sociales para reagrupar a los manifestantes, la convocatoria del líder Jérôme Rodrigues contra «las injusticias sociales y fiscales que no dejan de crecer» no logró el seguimiento esperado.