Madrid.– La incidencia de cáncer de cérvix provocado por el Virus del Papiloma Humano (VPH), el 99% de los casos, disminuye un 1% cada año, sin embargo se ha observado que otros tumores relacionados con este virus van en aumento.
Así se refleja en un estudio presentado en la reunión anual de la Sociedad Americana de Oncología Clínica (ASCO, por sus siglas en inglés) que se celebra por segundo año consecutivo en formato virtual por la pandemia y no en su tradicional sede de Chicago. Este trabajo recopila los datos de 657.317 personas del programa de estadísticas del cáncer de Estados Unidos entre los años 2001 y 2017.
En los últimos 17 años, “la disminución significativa en la incidencia de cáncer de cuello de útero, un 1% anual, está relacionada con la detección precoz y la vacunación contra el VPH”, según este análisis que recoge ASCO en una nota informativa.
Sin embargo, en el mismo periodo de tiempo, aumentó el número de nuevos casos o incidencia de cánceres relacionados con el VPH sin detección estandarizada, especialmente el carcinoma de células escamosas de orofaringe, ano y recto, y se prevé que superen al tumor de cérvix en 5 años en determinados grupos de riesgo.
El estudio poblacional señala que el cáncer de cuello de útero o cérvix representó el 52% de todos los cánceres relacionados con el VPH en los Estados Unidos. Estiman que la prevalencia, especialmente en las tasas de cáncer anal y rectal, continúe aumentando y supere a las del cáncer de cérvix en mujeres mayores de 50 años para el año 2025.
El aumento general de la incidencia de cánceres orofaríngeos, anales, rectales y vulvares entre las mujeres fue del 1,3% anual.
En los hombres, la incidencia de cáncer orofaríngeo representó el 81% de todos los cánceres relacionados con el VPH entre 2001 y 2017, una incidencia casi cinco veces mayor en comparación con las mujeres. Durante los últimos 17 años, hubo un aumento anual general en los cánceres relacionados con el VPH en los hombres del 2,36% por año, con el mayor aumento en el cáncer orofaríngeo.
Para reducir estas tendencias y lograr resultados comparables al del cáncer de cuello de útero, los investigadores proponen desarrollar estrategias de detección y determinar la eficacia de la vacuna en estas poblaciones de pacientes.
La vacuna contra el VPH se aprobó en 2006 en Estados Unidos para niñas y mujeres de entre 9 y 26 años para prevenir la infección por VPH y el desarrollo de lesiones de cáncer de cérvix.
En 2011, la vacunación se amplió a los niños de 11 y 12 años y, en la actualidad, está autorizada para todas las personas hasta los 45 años.