Leo como primera noticia del año que Gonzalo Castillo dijo que sólo el PLD puede gobernar la República Dominicana. Disiento. Ningún partido ni político es imprescindible. Hubo república antes del PLD y habrá cuando ya no haya PLD y mucha gente de oposición siente que ya basta de los comesolos.
El PRM y Luis Abinader lucen hoy tan o mejor capacitados para gobernar que los inexpertos del PLD en 1996; los votantes quizás están tan hartos del gobierno como estaban entonces de Balaguer.
Sin embargo, y aquí vienen los “peros”, la posibilidad de desplazar al PLD del poder depende de una alianza increíble entre una amalgama de partidos cuyos líderes y seguidores difícilmente deseen compartir ni una misa. ¿Repartirse un gobierno y sus responsabilidades? Da jaqueca imaginarlo.
Gonzalo posee notorias deficiencias para comunicar sus ideas, que las tiene y buenas. Puede ganar las elecciones, pero adueñándose de la narrativa, resaltando los éxitos y logros de Danilo Medina y ofreciendo alguna esperanza verosímil de que combatirá la corrupción. Si no, está frito.
