Una disfunción sexual se produce cuando se presenta una dificultad en una de las fases de la respuesta sexual humana (deseo, excitación, orgasmo y resolución) que impide la satisfacción sexual. Este fallo puede mermar el desarrollo de una vida erótica y sexual plena, afectando la salud sexual e integral del individuo y la relación de pareja.

Cuando existen estas disfunciones, la autoestima de ambos miembros de la pareja suele afectarse. El que tiene la disfunción disminuye su autoestima porque su desempeño sexual no es gratificante y el otro porque piensa que esa respuesta trastornada se debe a disminución del amor o el interés sexual hacia el.

Destacando siempre que el estar afectado por una disfunción sexual generalmente no tiene relación con los sentimientos afectivos.

En ocasiones aparecen en personas que han dejado de amar a su pareja o están en un proceso de enamoramiento con alguien nuevo, más, no es la máxima.

Una persona que es maltratada física o emocionalmente, descalificada, que no se sienta apreciada o deseada por su pareja, puede desarrollar animadversión a los encuentros sexuales y posteriormente llegar a un trastorno en su desempeño sexual.

Algunos se desaniman y desarrollan un trastorno del deseo sexual cuando su pareja no es aseada, no se acicala lo suficiente o se descuida con su aspecto personal, no complace en modo alguno al otro o está en permanente conflicto.

Descubrir la causa y tratarla es la manera de resolver estas situaciones.
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