Las fases de la respuesta sexual humana son: deseo, excitación, orgasmo y resolución. Una disfunción sexual ocurre cuando existe una bloqueo o una dificultad en cualquiera de estas fases que evita a la persona o a la pareja, el disfrute de la actividad sexual.
Existen disfunciones sexuales femeninas y masculinas y su clasificación tiene relación con las fases de la respuesta sexual. Desórdenes del deseo sexual (deseo sexual hipoactivo e hiperactivo). Desórdenes de la excitación sexual (disfunción eréctil). Desórdenes orgásmicos (eyaculación precoz y retardada, disfunción orgásmica femenina). Y perteneciente a las desórdenes del dolor encontramos la dispareunia y vaginismo.
Estas disfunciones sexuales son causas de muchos trastornos individuales y dentro de la relación de pareja ya que provocan mucha ansiedad a la persona que lo presenta como al compañero sexual. Muchas veces la persona que la padece no lo acepta, cargando la culpa y haciendo responsable a la pareja.
Muchas causas tanto físicas como psicológicas o ambas combinadas provocan estas disfunciones además del uso de algunos medicamentos y drogas legales e ilegales.
Entre las causas psicológicas vemos con frecuencia, la falta de comunicación cotidiana y sexual, la disminución de la autoestima, traumas de la niñez y adolescencia causados por abuso sexual y/o violaciones, ansiedad, distrés, falta de confianza en si mismo y en la pareja.
Causas físicas: enfermedades cardíacas, daños en el sistema nervioso, deficiencias hormonales, diabetes de muchos años de evolución y otras enfermedades endocrinológicas, alcoholismo.
Drogas: nicotina, antidepresivos, algunos antihipertensivos, antihistamínicos y más.
Las disfunciones sexuales se tratan y se resuelven con la atención adecuada.