Santo Domingo.-Cojo, manco, tuerto, retrasado y sordo son de los términos despectivos que utilizan algunos para referirse a personas que tienen una determinada limitación.
Las personas con un problema fisicomotor, visual, intelectual, auditivo y del habla, además de soportar los insultos, también tienen que luchar por su derecho a la inclusión, a tener acceso a educación, a la salud y a un empleo que les permita seguir desarrollándose como individuos en una sociedad que los tilda de “fenómenos” al no darles la oportunidad.
Sin embargo, para mucha gente, tener una condición especial no es limitante, simplemente es el motor que la lleva a superar con éxito las dificultades de un sistema que no garantiza la inclusión.
Katherine Dianeza Caro Mañón no nació con una discapacidad, sino que producto de una enfermedad que la afectó a los diez años le amputaron la pierna izquierda.
Tiempo después le implantaron una prótesis, así que debía asistir a la Asociación Dominicana de Rehabilitación (ADR, donde recibió terapia. y allí, la joven, hoy con 21 años de edad, no solo logró su recuperación, sino que descubrió su pasión por la terapia física.
Manifiesta que nunca olvidará la confianza que los terapeutas le inculcaron para que asumiera esa pierna como una parte de ella.
Relata que al carecer de recursos para estudiar solicitó ayuda a la ADR para poder hacerlo y esta entidad sin fines de lucro la respaldó con media beca y se inscribió en la Universidad Católica de Santo Domingo.
También la nombraron como colaboradora en el Departamento de Terapia Física de la institución, como auxiliar del área.
Desea que el Gobierno brinde más oportunidades a las personas con capacidades distintas, “nosotros también merecemos una luz de esperanza” .
Rechazo a lo desconocido
Arturo Pérez Gaviño, director de la asociación sin fines de lucro, sostiene que los tiempos han cambiado y que hoy día hay mayor aceptación del individuo con condición especial.
Sin embargo, el rechazo y la discriminación ocurre por desconocimiento, por eso la importancia de la Ley General de Educación, que refiere la inclusión educativa.
A pesar de ciertos avances Pérez Gaviño resalta que se requiere un mayor esfuerzo y voluntad para priorizar las contrataciones de personas con discapacidad.
Solo 50 empresas
Cita como ejemplo que desde la asociación en los últimos 4 años alrededor de 50 empresas, talleres e instituciones han contratado personas con discapacidad, referidas por ellos, y eso forma parte de la inclusión.
En cuanto a la parte sanitaria, Pérez dice que la red de los 32 centros de atención, distribuidas en todo el país que ofrece atención integral en diversas especialidades de la medicina de rehabilitación no son suficientes para dar respuesta a la creciente demanda de servicios.
Atribuye esto a que hay limitantes de recursos profesionales especializados, en estos tiempos urgen el apoyo a la formación de: Médicos Fisiatras y Terapeutas del Lenguaje (Audio logos, Fonoaudiólogos y Logopedas).
Añade que en el país la Educación Especial, cubre actualmente el nivel básico, hasta el primer ciclo; “es decir que a los estudiantes con necesidades educativas especiales que egresan de las Escuelas Especiales se les dificulta la integración al bachillerato, y en todo caso llegan con sobre-edad.
Hoy esta entidad celebra su 54 aniversario donde abogan por una mayor inserción laboral para personas con habilidades distintas.
Entrevista
Guadalupe Moll
¿Qué es la inclusión?
Significa que hay que generar las condiciones para que toda persona, sin importar su condición funcional, sea parte activa.
¿Qué establece la Ley ?
La 5-13 sobre Discapacidad en el país indica que para impulsar la integración económica y productiva se establecen cuotas laborales de no menos del 5 % para el sector público y de un 2 % para el sector privado.
