Director OIT: “A.Latina tiene un tema pendiente con la informalidad laboral"

Director OIT: “A.Latina tiene un tema pendiente con la informalidad laboral»

Director OIT: “A.Latina tiene un tema pendiente con la informalidad laboral»

Buenos Aires.- América Latina ha “progresado mucho» en la lucha contra el trabajo infantil pero todavía tiene un asunto pendiente- el de la informalidad en el mercado laboral, aseguró en una entrevista con Efe en Buenos Aires el director de la Organización Internacional del Trabajo (OIT), Guy Ryder.

“Es el punto débil del continente y es el tema en que queremos trabajar y concentrar nuestros esfuerzos” porque “la informalidad es un cultivo para el trabajo infantil también”, señaló Ryder, quien se encuentra en Argentina para participar en la IV Conferencia Mundial sobre la Erradicación Sostenida del Trabajo Infantil.

La cantidad de niños en esta situación en América Latina y el Caribe disminuyó de 20 millones en el año 2000 a cerca de 11 millones en la actualidad, según el organismo, algo que, para su director, refleja que la región ha mejorado respecto a otras como África, donde el progreso “se ha estancado” y todavía alcanza la “alarmante” cifra de 72 millones.

Sin embargo, Latinoamérica aún tiene “grandes retos” por delante, ya que casi la mitad de sus trabajadores tiene un empleo informal y seis de cada diez jóvenes que entran en el mercado laboral lo hacen en estas condiciones.

En ese sentido, considera “muy positivo” que algunos países del continente hayan convertido la lucha contra esta situación en una “prioridad”, como es el caso de Argentina, destacó.

Además, hizo hincapié en el hecho de que después de 13 años sin estadísticas oficiales, el Gobierno de Mauricio Macri vaya a publicar datos de trabajo infantil en estos días, con base en una encuesta realizada en cerca de 40.000 hogares de todo el país.

“Han decidido identificar y comprender mejor lo que es la realidad del trabajo infantil en la Argentina (…). Sin datos hay dos peligros- uno es de negación y, segundo, si no se sabe la realidad del fenómeno es muy difícil construir estrategias que valgan”, valoró Ryder.

Según adelantó el diario La Nación, este sondeo revelará que al menos 700.000 niños de entre 5 y 15 años están en esta situación en el país austral. Para el director de la OIT, lo más característico es que la mayoría se dedica a realizar tareas domésticas intensivas y que afecta más a las niñas que a los niños, al contrario de lo que ocurre a nivel global.

Además, apuntó que Argentina “tiene que ocuparse” de la cuestión de la “economía del cuidado” porque muchas veces son los menores de edad quienes se tienen que encargar de sus hermanos cuando sus padres van a trabajar.

Para abordar esta coyuntura y la del resto de los países del mundo, cientos de empresas, representantes de la sociedad civil y gobiernos de 193 naciones se reunirán hasta el jueves en la conferencia organizada por el Ministerio de Trabajo argentino con el apoyo de la OIT, que se celebra en un predio de Buenos Aires.

“Creo que se va a escuchar un mensaje unánime, un mensaje universal, que ya no se puede tolerar el trabajo infantil, que no hay motivos de desarrollo ni pobreza que puedan justificar que los niños trabajen”, señaló Ryder, antes de insistir en que es “esencial” que de este encuentro salga un documento político “fuerte” y compromisos específicos por parte de todos los países.

En ese sentido, aseguró que es una “obligación” y una responsabilidad de la OIT asegurarse de que lo que se acuerde sea “en serio” y no quede en “palabra muerta».

“No es una cosa de magia, es cuestión de trabajar, de compromiso político”, agregó. A su juicio, la organización no tiene una visión “occidentalizada” del trabajo infantil, sino que tiene en cuenta que las condiciones y los “desafíos” son distintos en cada lugar del mundo.

“El compromiso de eliminar el trabajo infantil no es un objetivo occidental- es universal, es un reto asumido por la comunidad internacional en su integridad”, aseveró.

En cuanto a si esta problemática tiene también un condicionante cultural, Ryder recordó que en ciertos lugares y, sobre todo, en “contextos de subdesarrollo” es más habitual, e incluso, se defiende esta situación, algo que se potencia en el entorno rural, donde se concentra el 70 % del trabajo infantil.

Para él, muchas veces es “difícil” comprender las razones por las cuales los menores de edad están trabajando, pero “relativizar” sus derechos es “muy peligroso” porque “los valores y las normas son universales” y cada niño debería tener las mismas oportunidades, independientemente del contexto en el que nazca.