Mónica Ramírez , directora de Vivienda y Asentamientos Urbanos de Hábitat para Latinoamérica y el Caribe. Elieser Tapia
SANTO DOMINGO.-De 1986 a la fecha la organización Hábitat Dominicana ha implementado unas 18,800 soluciones habitacionales en el país, y de cara a 2022 proyectan unas 50 mil a nivel del territorio nacional.
Entre estas pretenden reparar, solo en Haina, unas 8 mil, de las cuales llevan cerca de 400, gracias a un aporte del empresario Celso Marranzini.
Señaló que el costo de las viviendas ronda los US$3,000, US$7,000 y hasta 15,000 dólares dependiendo del tamaño y los materiales utilizados en las mismas.
La entidad ha otorgado, con alianzas de entidades de micro finanzas, 5,439 créditos blandos para reparación de viviendas a personas o familias con alcance de uno a cinco salarios mínimos.
Según Cesarina Fabián, directora Nacional de Hábitat Dominicana, el déficit de viviendas en el país ronda los 2 millones de unidades, de las cuales el 60 por ciento requiere de mejoramiento.
Fabián tocó el tema al participar junto a Mónica Ramírez, directora de Vivienda y Asentamientos Urbanos de Hábitat para Latinoamérica y el Caribe, en el Almuerzo Semanal del Grupo de Comunicaciones Corripio.
En el marco del “III Foro Latinoamericano y del Caribe de Vivienda y hábitat: la vivienda en el centro de la Nueva Agenda Urbana” que lleva a cabo en el país, buscan llamar la atención al resto de la región sobre la necesidad de crear ciudades más inclusivas, equitativas, sostenibles y resilientes.
Emergencias
Juan Carlos Rodríguez, director de Desarrollo de Recursos; Celso Marranzi, miembro del Consejo Internacional; Cesarina Fabián, directora Nacional del Hábitat Dominicana, y Gina Vera, gerente de Recursos de Hábitat, coincidieron en la necesidad de que las familias estén preparadas ante las amenazas de los desastres naturales, además de contar con planes de emergencias.
Atribuyeron los riesgos de las ciudades a la falta de infraestructuras adecuadas, por lo que es necesario atraer inversiones para saneamiento, desagües y otras facilidades, para que cuando ocurran inundaciones no haya grandes impactos.
Ven la construcción de las viviendas como un elemento central en la formación de ciudades, y no deben estar aisladas, sin acceso a salud, educación ni empleos, como tampoco sin transporte.
“Debemos ser conscientes que para hacer buenas viviendas hay que hacer buenas ciudades”, dijo Mónica Ramírez.
Ciudad J. Bosch
Al referirse al proyecto de la Ciudad Juan Bosch que construye el Gobierno en la zona oriental, Ramírez lo definió como un buen intento urbanístico y de manejo de fidecomiso interesante, que puede ser un modelo a replicar.
Sin embargo, dijo desconocer cuál será el alcance que tendrán las familias en cuando al empleo, desplazamiento y otros aspectos similares.
Afirma que el Gobierno deberá tomar en cuenta esos elementos para que el proyecto sea funcional. El hecho de gastarse tres horas en movilidad no es algo sostenible.
De ahí que hay que pensar en viviendas cerca de las oportunidades de ingresos. Dijo que hay que aprender a construir de forma más eficiente, con financiamiento del sector público con condiciones adecuadas, con estándares de calidad urbanísticas y arquitectónicas.
Juan Carlos Rodríguez y Mónica Ramírez aseguraron que el tema de la vivienda impacta en la salud y la educación de las familias. Para Ramírez las intervenciones que se hagan en la ciudad deben dar una mirada integrada a la comunidad, que incluya servicios e infraestructuras y oportunidad de ingresos.
Criterios sobre los cuales manejan tema
—1— Vivienda ideal
Dar seguridad, acceso a servicios, tener 3 metros cuadrados mínimos por persona y brindar facilidades para prosperidad.
—2— Soporte
Hábitat acompaña a las familias en el mejoramiento de viviendas brindanándoles asesoria técnica.
—3— Alcance
Están 70 países y entregan más de 3.5 millones de soluciones al año a nivel mundial, según Juan C. Rodríguez.
Titulación, una necesidad
Suelos Otra inquietud de los expertos es la falta de titulación de las viviendas, lo que afecta el que la gente no tenga acceso a financiamiento.
Para Celso Marranzini ese no es un problema exclusivo del país, pero aquí es una tarea por definir por parte del Estado.
A juicio Mónica Ramírez el suelo debe ser regulado por el Estado e incidir en la tenencia.
Llamó al empresariado a unirse al mejoramiento y construcción de viviendas, tomando en cuenta el hecho de que el país está en la ruta de los huracanes y propenso a terremotos.