LA HABANA, Cuba.– Los diplomáticos de la embajada de Estados Unidos en La Habana, que inaugurará formalmente el viernes el secretario de Estado, John Kerry, podrán viajar libremente por la isla e «interactuar con un grupo amplio» de cubanos, dijo este lunes el jefe de la misión, Jeffrey DeLaurentis.
Las negociaciones para el restablecimiento de relaciones entre los dos países, iniciadas en enero, tardaron varios meses, precisamente por desacuerdos sobre el libre desplazamiento de los diplomáticos de ambos países fuera de las capitales.
«No teníamos contacto anteriormente porque teníamos que estar solicitando autorización para viajar más allá de los límites de La Habana», dijo DeLaurentis al portal OnCuba.
«Lo más importante es poder interactuar con un grupo amplio y representativo de cubanos: funcionarios del gobierno, miembros de la sociedad civil y cubanos comunes y corrientes», añadió el diplomático, quien dirigía desde hace un año la Sección de Intereses de Estados Unidos en La Habana, que se transformó en embajada.
Kerry presidirá el viernes la ceremonia de reapertura de la embajada e izará la bandera estadounidense en el edificio que domina el Malecón habanero, 25 días después de que el canciller cubano Bruno Rodríguez hiciera lo mismo en Washington.
Las negociaciones para la reanudación de relaciones «estuvieron centradas en el acceso (del público) a la embajada y en nuestra libertad de movimiento», recordó DeLaurentis, quien funge como encargado de negocios de la legación, pues Washington todavía no designa embajador.
«Ahora podemos desplazarnos libremente» y «como embajada podremos hacer contacto con muchos más cubanos en toda la isla», explicó.
«Queremos crear una embajada acogedora, donde puedan visitarnos tanto cubanos como norteamericanos», subrayó.
Los dos países limitaban el desplazamiento de los diplomáticos con la intención de dificultar el contacto con el pueblo, entre otras razones.
La flamante embajada del país norteamericano espera «establecer relaciones respetuosas y de cooperación con Cuba» y así «contribuir a la reconciliación de los pueblos de Cuba y Estados Unidos» tras más de medio siglo de rencillas, señaló.
No obstante, destacó que «va a haber cuestiones en las que no vamos a estar de acuerdo, pero también sentimos que hay otras en las que vamos a poder cooperar», lo que «va a ser beneficioso no solo para los dos países sino para la región».
Respecto a la ceremonia del viernes dijo que «las listas de invitados todavía están conformándose, pero prevemos que (Kerry) verá una amplia variedad de cubanos a lo largo del día». Kerry será el primer secretario de Estado estadounidense que visite La Habana desde 1945.