Diplomacia en tiempos de Covid-19

Diplomacia en tiempos de Covid-19

Diplomacia en tiempos de Covid-19

Federico Alberto Cuello

Pocos cargos concitan mayores apetencias que un nombramiento en el servicio exterior. Cobrar un sueldo en dólares.

Vivir en países distintos con culturas exóticas. Viajar constantemente para conocer el mundo.

E incluso, en más de un triste caso, recibir el pago sin siquiera trasladarse desde su país de origen.

El servicio exterior es un servicio público, con derechos y sobre todo obligaciones. Representar a su país. Promover y defender sus intereses. Negociar en su nombre. Informar sobre sus labores así como sobre lo que acontece en su destino. Y proteger la reputación de su país y a sus nacionales que allí residen.

El momento de pandemia que vivimos cataliza acciones diplomáticas cruciales para la reactivación de la economía. Cooperación para la contención. Información sobre los tratamientos. Y preparativos para el “día después” de la pandemia.

Nunca como ahora ha sido tan importante proteger la reputación. Portugal, por ejemplo, fue excluida injustificadamente del listado de países considerados seguros para el turismo. Esto habría implicado que cualquier turista que viajara a ese país habría de guardar cuarentena a su regreso.

Todo su cuerpo diplomático se puso en movimiento para demostrar que Portugal había gestionado la pandemia con mayor efectividad que la vasta mayoría de los incluidos en el listado de países aprobados. El esfuerzo fructificó y esta semana se anunció la apertura de un “puente aéreo” con Portugal.

La recuperación del turismo después del 1 de julio en la República Dominicana se ha visto afectada por la ausencia del país en listados como el que excluía a Portugal. Por eso, muchos turistas no se atreven a visitarnos porque a la vuelta les espera el confinamiento.

Nuestras zonas turísticas tienen menores tasas de contagio que cualquier otro país de la región, goce o no de aprobación. Este hecho debe ser comunicado cuanto antes a todos aquellos países o bloques regionales.

Al igual que Portugal, procede promover “puentes aéreos” con los aeropuertos de nuestras zonas turísticas. 90% de los contagios se concentran en cinco ciudades del país. Todas están alejadas de esas zonas, en las cuales imperan los estrictos protocolos puestos en vigor recientemente.

Otros aspectos de la diplomacia atañen al tema de la formación. En el ejercicio de sus funciones, los diplomáticos deben dominar disciplinas como las relaciones públicas, la historia, las relaciones internacionales, el derecho internacional público y privado, la economía, la gestión y el comercio.

Para tener éxito, el diplomático debe alcanzar un nivel de excelencia en por lo menos dos de estas disciplinas y, al mismo tiempo, tener buenas relaciones interpersonales. Desde el primer día, debe armar una red de contactos personales y profesionales que le permitirán abrirse paso.

Esa red le permitirá representar a su país con efectividad, le servirá para promoverlo y le apoyará cuando haya que negociar o que defender la reputación.Con o sin pandemia, en la diplomacia, como en la política, las personalidades cuentan. Este elemento humano es absolutamente esencial.



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