Reposa, mi alma, sólo en Dios; mi esperanza viene de él. Sólo él es mi roca y mi salvación; es mi refugio, no seré conmovido. Mi salvación y mi gloria a Dios; él es mi roca fuerte, y mi refugio.
La confianza en él en todo tiempo, oh pueblo; ábrele tu corazón a él, porque Dios es nuestro refugio (Salmo 62: 5-8)
Los tiempos que vivimos son tan preocupantes. Las personas parecen caballo sin freno detrás de un candidato que les está prometiendo “villas y castillo”, un puesto de trabajo, una contrata, vota por mí. Amigo en esta condición socio-económica que vive el país hay poca esperanza para un futuro mejor.
Hay una esperanza única. Para que nuestra vida no naufrague el lunes 16 de mayo, porque nuestros candidatos no ganaron o los que ganaron ya no los vemos más, pon tu esperanza de Dios.
Dios conoce nuestro futuro, el no es hombre para mentir.
“Porque yo sé los planes que tengo para ustedes”, declara el Señor, “planes de bienestar y no de calamidad, a fin de darles esperanza y un futuro”. (Jeremías 29:11)
Dios tienen planes para ti. Tú puedes contar con eso. Sus planes no tienen la intención de hacer daño, sino bienestar. Ahora bien, esto no quiere decir que Él planea hacerte rico, pero lo que hace es para que tengas un futuro seguro. Dios dice que tiene planes para ti y Él los conoce, incluso si no los hacemos.
La esperanza el Dios es, por ahora, para hoy, y es para mañana también. Dios nos da la esperanza! Salmo 71: 5. Porque tú has sido mi esperanza, Señor mi Dios, mi confianza desde mi juventud.