El Señor es mi pastor, nada me faltará. En lugares de verdes pastos me hace descansar; junto a aguas de reposo me conduce.
El restaura mi alma; me guía por senderos de justicia por amor de su nombre. Aunque pase por el valle de sombra de muerte, no temeré mal alguno, porque tú estás conmigo… Salmo 23: 1-6
Muchas personas hoy en día piensan en Dios como una gran fuerza impersonal. Piensa que Dios nos ha dejado solo. Sin embargo, el Dios de la Biblia es muy diferente.
Su relación con nosotros es personal. San Pablo escribió: “El Hijo de Dios, que me amó y se entregó a sí mismo por mí” (Gálatas 2:20).
Él es ‘Mi Dios’ (Filipenses 4:19). Dios me ama.
El salmo 23 es radiografía perfecta del amor de Dios para todos nosotros. Mi convicción de ser creyente se debe a esta clara realidad de cuidador pastora de Dios para mi vida. Hay momento en mi vida difícil de vivir, pero Dios ha sido mi pastor
Mi pastor. Dios se preocupa por nosotros como un pastor se preocupa por sus ovejas. Hay momentos en que me he sentido espiritualmente agotado. Me encanta el hecho de que ‘Él refresca mi alma’ (v.3a).
Muchas veces he anotado situaciones en las que he necesitado guía, y más tarde he podido agradecer a Dios porque ‘Él me guía por los senderos correctos por el bien de su nombre’ (v.3b). Dios tiene un gran propósito para tu vida. Deja que te guíe por el camino correcto para ti.
Todos nosotros en algún momento ‘caminaremos por el valle de la sombra de la muerte’ (v.4), enfrentando nuestra propia muerte o la de alguien que amamos.
Señor, gracias por la forma en que me has guiado y protegido. Gracias por satisfacer mi hambre y sed espirituales con tu presencia y tu amor.