Diferencia de edad…. Un gráfico viral de 2019 que detalla el historial de citas de Leonardo DiCaprio sigue apareciendo en las redes sociales.
El usuario TrustLittleBrother, que lo publicó en dataisbeautiful subreddit, había detectado una tendencia: aunque el actor tenía 44 años en ese momento, aparentemente solo salía con mujeres de 25 años o menos, y siempre rompía con sus parejas antes de que cumplieran los 26 años.
Las respuestas fueron mixtas; algunos elogiaban a DiCaprio por su habilidad para atraer a mujeres más jóvenes, mientras que otros criticaban al veterano actor, rogándole que encontrara a alguien más cercano a su edad.
Tres años después, la lista continúa resurgiendo, y los comentaristas siguen de cerca la relación actual de DiCaprio con Camila Morrone, de 24 años.
Las reacciones a los hábitos de relaciones del actor ilustran los puntos de vista polémicos que rodean las relaciones con diferencia de edad: para algunos, son una fuente de admiración, mientras que para otros, hay algo intrínsecamente inquietante en relacionarse con una persona mucho más joven.
Desde Demi Moore y Ashton Kutcher, hasta George y Amal Clooney, las relaciones de alto perfil con diferencia de edad siempre han dado mucho de qué hablar.
¿Cambios?
En los países occidentales, alrededor del 8% de las parejas hombre-mujer tienen una diferencia de edad de 10 años o más, llegando al 25% en las uniones hombre-hombre y al 15% en las relaciones mujer-mujer.
Para algunos, la brecha es aún mayor: los datos sugieren que alrededor del 1% de las parejas heterosexuales en EE.UU. tienen una diferencia de edad de 28 años o más.
En los últimos cien años, los cambios económicos y el aumento de la igualdad de género han cambiado lo que se considera una brecha de edad «normal», y los movimientos recientes de justicia social han aumentado el escrutinio de las dinámicas de poder en las relaciones de edades mixtas.
- Las revoluciones del siglo XVIII que nos llevaron a casarnos por amor
Las parejas con grandes diferencias de edad a menudo son juzgadas, y aunque algunos expertos creen que esto podría estar a punto de cambiar, otros argumentan que los jóvenes podrían desaprobar más que nunca el amor entre personas de edades mixtas.
Un empujón evolutivo
Las aversiones a las relaciones con diferencias de edad son muy comunes y, como la mayoría de los tabúes, se derivan de miles de años de evolución, así como de señales sociales y culturales más recientes.
«En muchas culturas, no se considera aceptable enamorarse de alguien mucho mayor o menor que tú», dice la doctora Elena Touroni, psicóloga consultora y cofundadora de The Chelsea Psychology Clinic en Londres.
«Desde una perspectiva evolutiva, el impulso de tener una familia puede tener un impacto en con quién elegimos tener una relación, tanto desde una perspectiva biológica como en el sentido de que ambos padres están vivos para criar al niño».
La fertilidad de ambos sexos tiende a disminuir después de los 35 años y, aunque las mujeres pierden su capacidad de concebir mucho más rápido, tiene sentido que hayamos evolucionado para sentirnos atraídos por personas de edad similar.
Aunque hay relativamente pocos datos sobre la edad en las relaciones LGBTQ+, sabemos que las diferencias entre las parejas del mismo sexo son mucho más comunes, lo que quizás refleja cuánto influye la capacidad de concebir biológicamente juntos en la forma en que abordamos la búsqueda de una pareja.
Sin embargo, no se trata únicamente de ser padres.
La felicidad
Emparejarse con alguien de una edad similar hace que su relación tenga más probabilidades de llegar lejos, según muestra la investigación.
Los expertos creen que esto se debe a que las parejas tienden a atravesar desafíos y etapas de la vida en un momento similar y, por lo tanto, pueden continuar encontrando puntos en común.
«En los primeros 10 años de matrimonio, las personas reportan niveles más altos de satisfacción conyugal cuando su pareja es más joven que ellos», dice Grace Lordan, profesora asociada de ciencias del comportamiento en la London School of Economics, que actualmente está investigando las relaciones con diferencias de edad y la felicidad.
«Sin embargo, con el tiempo, la satisfacción marital de las parejas de diferentes edades disminuye más que la de las parejas de edades similares.
«La probabilidad de que parejas de edades similares se divorcien también es menor».
$i pero…
A pesar de esos factores que nos empujan hacia parejas de la misma edad, las circunstancias socioeconómicas a veces pueden contrarrestar los impulsos evolutivos.
En 1900, la diferencia de edad promedio entre las parejas era aproximadamente el doble de la diferencia en 2000.
Históricamente, las personas (particularmente las de clase media y alta) eran mucho más propensas a casarse con alguien mucho mayor o menor que ellos, por razones tanto biológicas como económicas.
En el siglo XIX y principios del XX, la mayoría de las mujeres estaban excluidas de la fuerza laboral formal, por lo que tenía sentido que priorizaran casarse con alguien que hubiera alcanzado la seguridad financiera.
Para los hombres, tenía sentido establecerse económicamente y preocuparse por el matrimonio en una fecha posterior, cuando, con un mayor poder social, pudieran encontrar esposas más jóvenes que brindaran la mejor oportunidad de tener hijos.
Sin embargo, a medida que las mujeres han ganado mayor poder económico, el atractivo de un cónyuge mucho mayor ha disminuido, haciendo que las relaciones con diferencias de edad sean menos comunes y, a menudo, más tabú.
A quién juzgamos y por qué
A pesar de que ahora la mayoría de las sociedades son cada vez más progresistas respecto el amor, las relaciones y la rica variedad de formas en que pueden presentarse, las parejas en las que una persona es mucho mayor que la otra aún son criticadas.
Hay hasta un vocabulario específico para hablar del tema; un hombre mayor debe ser un ‘sugar daddy‘, una mujer más joven una ‘cazafortunas‘ o víctima de ‘problemas paternales’.
En los últimos años, ese vocabulario se ha ampliado para incluir relaciones en las que las mujeres son significativamente mayores que sus parejas; palabras como ‘asaltacunas‘ y ‘toyboys‘ reflejan el aumento de estos tipos de relación.
Las mujeres que eligen salir con hombres más jóvenes parecen enfrentar una cantidad de críticas desproporcionada.
La atención mediática que rodeó el matrimonio del presidente francés Emmanuel Macron con una mujer 24 años mayor que él, o la febril cobertura de la relación de Kim Kardashian, de 41 años, con Pete Davidson, de 28 años, subrayan esto.
Sin embargo, Touroni cree que las relaciones entre hombres mayores y mujeres más jóvenes ahora se perciben con más negatividad que las parejas entre mujeres mayores y hombres más jóvenes.
Eso quizás esté relacionado en parte con el movimiento #MeToo, que enfocó mayor atención a las dinámicas de poder en las relaciones.
Algunos argumentan que una diferencia de edad significativa, combinada con el poder social y económico que ejercen los hombres en una sociedad dominada por hombres, puede dejar a las mujeres jóvenes en una posición vulnerable.
Un estudio realizado poco después de que #MeToo tomara fuerza muestra que muchos creen que hay un aspecto de explotación en las relaciones con diferencias de edad.
Los investigadores encontraron que los jóvenes eran particularmente reacios a las relaciones en las que la pareja masculina era mayor, y postularon que esto se debía a que asumían que la relación se basaba en el intercambio, por ejemplo, que las personas intercambiaban sexo por un determinado estilo de vida.
¿Desaparecerá el tabú de la diferencia de edad?
Para Touroni, a medida que se normalizan más tipos de relaciones, quizás se empezarán a respetar las elecciones de las personas en relaciones con diferencia de edad.
«Vivimos en una era de más libertad y flexibilidad, por lo que me gustaría pensar que con el tiempo seremos significativamente menos críticos sobre las elecciones de relación de otras personas, ya sea por diferencias de edad o cualquier otra cosa».
Sin embargo, hay poca evidencia de que esté ocurriendo.
Dado que los jóvenes generalmente están a la vanguardia de los cambios sociales, su desaprobación podría significar que el tabú de la brecha de edad se afianzará aún más.