Las primarias del PRM de ayer con padrón cerrado han confirmado lo que era sabido: ese partido tiene un sólo candidato, Luis Abinader, apoyado por casi la totalidad de sus activistas y también por el único otro líder perremeísta, el expresidente Mejía.
Muchos otros dirigentes poseen variables grados de simpatía pero todavía distan mucho de merecer el apelativo de líderes.
Al momento de escribir, con apenas la mitad de los votos computados por la JCE, es clara también la relativa insignificancia de los pocos aspirantes a disputarle a Abinader su merecida postulación para ser reelegido presidente. Conocer sin lugar a dudas las fuerzas de cada cual es tan importante como la casi innecesaria confirmación del liderazgo de Luis dentro del PRM.
Como los versos archiconocidos de Manrique recordando a su padre y el soneto de Góngora sobre la brevedad de la vida, a nadie perdonan las horas que liman los días, ni los días que están royendo los años… Más temería yo en esta circunstancia a quienes aparentan ser del presidente mientras renuevan sus viejas debilidades fupuístas.