Los operadores de bonos que definieron el éxito de Wall Street en los ochenta –y que fueron inmortalizados por Tom Wolfe en su lograda novela- parecen estar perdiendo poder día a día.
En su lugar están los gerentes de cartera como Mark Macqueen, que están asumiendo un papel mayor en el mercado de deuda pública estadounidense a medida que retroceden los operadores tradicionales.
Esta situación está cambiando el equilibrio de poder en el mercado de bonos públicos más grande del mundo, y también está haciendo que negociar bonos del Tesoro sea más difícil para todos. Antes, Macqueen podía negociar US$40 millones de bonos del Tesoro llamando a un operador.