Bajo la guisa del colectivo cibernético Anonymous, circula por Internet un videíto anti David Collado que debe haber alegrado muchísimo a sus seguidores.
Lo “mas malo” que lograron imputarle es su amistad con un poderoso empresario barbudo, joven como él mismo, empeñado en contribuir a mejorar nuestra república, pues quizás ningún otro dominicano perdería más que él, en sentido patrimonial, si fracasamos como nación.
El cuco de la lucha de clases es anacrónico. A la sociedad dominicana le ha hecho el peor daño que políticos inescrupulosos amasen en pocos años fortunas enormes corruptamente, empequeñeciendo la actividad empresarial de familias con muchísimas décadas de tradición honesta, laboriosa y legítima.
Los jóvenes –ricos, pobres o clase media- poseen mejores ejemplos o figuras modélicas en emprendedores exitosos, deportistas o músicos apolíticos, profesionales y empleados fajadores, que en la chusma política con pretensiones de “parvenús” desclasados, que atacan a David.
Hay otros como Collado: Ito, Faride, Paliza, Hiddekel, los ministros Domínguez Brito, Peralta, Navarro, y otros. Suben líderes distintos, pero los viejos rehúsan retirarse decorosamente…