Gremios de comerciantes y productores de leche, así como la Asociación de Industrias, han protestado reiteradas veces ante las autoridades por causa del contrabando de leche en polvo a granel cuya mala calidad ha sido comprobada por Pro Consumidor.
¿Cómo es pues posible que continúe el tráfico ilícito de un producto malo cuya venta afecta la salud de niños y además desincentiva a comerciantes y productores honestos? Así como con el caso reciente de las medicinas falsificadas, se me ocurre que estas vagabunderías serían imposibles sin el apoyo impune de autoridades cómplices, puesto que su venta al público se realiza de manera notoria y abierta, dejando rastros que cualquier fiscal o policía puede fácilmente investigar.
Cada vez que veo el auge de las marchas verdes exigiendo un fin a la corrupción y la impunidad, pienso en situaciones como estas dos de la leche y las medicinas adulteradas.
Hay demasiadas irregularidades que debemos corregir para sanear nuestra maltrecha sociedad, pero quizás lo primero es crear conciencia acerca del imperio de la ley.