“Día por día”

“Día por día”

“Día por día”

Nuestro refranero es graciosísimo. Desde que plátano maduro no vuelve a verde hasta que puerco no se rasca en javilla, siglos de sabiduría popular los resumen frases agudas que parecen sentencias.

Algunas vienen de España, como aquello de quien por su gusto muere la muerte le sabe a gloria.

Pero morirse a veces no basta, porque no es cierto que el difunto con mortaja tiene.

Hablar con frases hechas o palabras cuyo significado se desconoce provoca risa; es el caso de quienes por decir que les da igual una cosa u otra dicen: “me es inverosímil”. Y lo que no es verosímil, o sea que carece de apariencia de verdadero o es increíble por no poseer carácter de verdadero, jamás podrá igualar a las certezas.

Aquello inequívocamente cierto no se presta a dudas ni hay que usar artilugios ni emplear a Sherlock Holmes para establecer que es lo que dice o aparenta ser.

Luce ser, diría Lucifer, que la verdad como el gas pela: ¡mejor no esperar peras de un olmo!



José Báez Guerrero

Abogado, periodista y escritor dominicano.

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