La confesión de Odebrecht ante un tribunal estadounidense indica que “entre 2001 y 2014, Odebrecht pagó e hizo pagar corruptamente más de US$92 millones a funcionarios gubernamentales e intermediarios a su servicio en la República Dominicano.
Odebrecht obtuvo beneficios por más de US$163 millones como resultado de estos pagos corruptos” para lograr contratos de obras públicas.
El acuerdo judicial –cuya multa de hasta US$4.5 mil millones es la mayor de su clase en la historia de los Estados Unidos— incluye el compromiso de Odebrecht de facilitar cualquier dato necesario para establecer con precisión cada responsabilidad penal.
Lo cual podría hacer innecesario mucho esfuerzo local por nuestros fiscales o la comisión presidencial, pues bastaría un requerimiento formal a la Corte Federal de Brooklyn para conocer los detalles y procesar localmente a los responsables.
Por más pataleo, negación, enredos y manejos mediáticos y de otro tipo que intenten los culpables, estamos ante una oportunidad sin precedentes para iniciar un profundo cambio en nuestra política. Pero qué curioso: dragones usualmente flamígeros están inexplicablemente mansitos…