Este viernes 13 de tantos peligros para las cábalas y brujerías en vez de barruntar sobre supersticiones mejor recordemos cuánta necesidad tiene nuestra sociedad de mejores periodistas y abogados.
Santana dizque dijo a la reina Isabel II, para resaltar las bondades de Santo Domingo antes de pactar la anexión, que este país estaba bendecido por la falta de abogados y periodistas.
Era mentira, pues había de unos y otros. Sánchez y Bobadilla eran abogados y desde Núñez de Cáceres había valiosos si bien escasos periodistas.
Hoy preocupa a muchos la sobreabundancia de ambas especies de la fauna criolla; creen hay demasiados periodistas y abogados. Aparte del número está la cuestión de la calidad profesional e idoneidad moral.
En sus respectivos colegios, hay instancias llamadas al control deontológico.
Quizás la sociedad debería preguntarse por qué tanta gente sin auténtica vocación para cada oficio o profesión comoquiera afana por titularse, pues la universidad los gradúa pero la vida los quema. ¡Cuánto dañan la maldad y la mediocridad! El tema merece una larga meditación…
