El asalto ayer en Plaza Lama motivó una hemorragia de emotivas reacciones cuya mayoría yerra al creer que Santo Domingo posee un problema de violencia criminal mayor que los demás países de la región.
Brasil, líder en desigualdad socio-económica, es muchísimo más violento que nosotros, según el Banco Mundial. Venezuela según Gallup, es “la nación más insegura del mundo”.
Colombia, con guerrillas y drogas, es también tremendamente más peligroso, según estadísticas gubernamentales. En El Salvador, su problema con gangas criminales representa 90 homicidios por cada 100,000 habitantes anualmente.
Hondura,s según la ONU, posee la tasa de asesinatos más alta del mundo (17 cada día, con ocho millones de habitantes).
Le sobrepasa con creces Ciudad Juárez, México, donde hace dos años hubo 272 asesinatos por cada 100,000 residentes e incontables crímenes.
El Buró de Seguridad Diplomática gringo cita 25 homicidios por cada 100,000 como promedio dominicano en las cinco provincias peores (mucho menor nacionalmente). Vamos mal, pero tampoco tanto como quisieran hacernos creer. Exijamos correctivos sin pretender atribuirnos una primacía afortunadamente ajena.