¿Se imagina cualquier lector de diarios un titular sobre el jefe del Escogido “acusando” al Licey de querer ganarle el campeonato?
Pues un disparate similar es ver al presidente del PRM, Andrés Bautista, acusar al PLD de “pretender dividir a esa organización” para continuar ganando elecciones. ¡Jesús, María y José!
¿Pero la cordura anda de paseo? Cuestiones como esta me recuerdan que Einstein dijo una vez que las dos mayores fuerzas destructivas del universo son la estupidez humana y el interés financiero compuesto, en ese orden.
La discusión política dominicana ha bajado a un nivel tan morónico que los pocos auténticos líderes partidistas, como Hipólito Mejía del PRM o Danilo Medina y Leonel Fernández del PLD, deben aburrirse por carecer de interlocutores interesantes.
Ni hablar del reguero de auto-titulados “líderes” de grupúsculos insignificantes que viven currando con la política porque hacerlo les resulta rentable.
Cualquier JCE que resulte de las discusiones actuales, una de sus tareas impostergables es devolver legitimidad al liderazgo partidista mediante procesos internos democráticos. ¡Urge renovar estos cerebros!
