Mañana las elecciones gringas determinarán si la mayor potencia imperial que ha conocido el mundo será regida por un loco incompetente o una abogada exitosa que cuenta en su experiencia haber sido primera dama, senadora y secretaria de Estado.
El carácter de Trump lo resume una pregunta: ¿te atreverías a dejarlo solo en una habitación con tu hija, hermana, esposa o madre? A Hillary le enrostran mil diabluras, pero desde que Dios creó a Eva ninguna mujer ha sido más investigada –por el FBI, el Departamento de Justicia, chantajistas y adversarios políticos— sin que hayan podido jamás acusarla de ni un solo ilícito, ni siquiera ¡una infracción de tránsito!
En cambio Trump, quien prometió meterla presa, ha tenido y aun tiene innumerables procesos judiciales por distintas cuestiones graves.
Estas elecciones demuestran que el mundo, ni nosotros los dominicanos, podemos contar con Estados Unidos como paradigma político para nada. Tantas bendiciones de la Providencia no salvaron a Roma de Nerón o Calígula. ¡Que Dios guíe los votantes para evitar una desgracia!