Día por día

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Asar batatas es costumbre sana excepto en las guerrillas; distrae y hace peligrar la empresa. Y al parecer, el Ministerio de Energía y Minas estaba distraído asando dulces tubérculos al sorprenderle la venta por Glencore de sus acciones en Falcondo a un desconocido. Ha reaccionado como un amante desdeñado.

El Estado tiene derecho a exigir que Glencore explique quiénes financian el “vehículo de inversión” Americano Nickel Ltd., tan discreto que una búsqueda de Google sólo ofrece la noticia de su incursión dominicana.

Pero yerra patéticamente el Ministerio al pretender exigir al inversionista, su nuevo socio en Falcondo, tramitar desde cero toda la “permisología” para operar, pues quien seguirá funcionando es la misma Falcondo con distinta nómina de accionistas.

El ministro Isa Conde la pone en China –uno de los motivos de la huida de Glencore— al reaccionar tan emotivamente que hasta invoca en sus argumentos al Niño Jesús. ¿Nadar para morir orillado en vez de “caminar sobre las aguas»? Si hay pique con quien abandona, ¿es esta una bienvenida correcta a un inversionista minero? @JoseBaezGuerre3.



José Báez Guerrero

Abogado, periodista y escritor dominicano.