“Día por día”

“Día por día”

“Día por día”

En febrero pasado hubo temperaturas tan bajas que el enorme frío en Norteamérica fue atribuido a un “vórtice polar”, término evocador de película de ciencia ficción.

Al mismo tiempo en Buenos Aires, en pleno verano austral, los peces de sus parques morían por el calor inusualmente elevado. Ahora en el umbral de agosto, en Santo Domingo han hecho unos calores de apaga y vámonos

¡Hasta en Constanza hay calor! El extremo obliga nueva vez a meditar: ¿estaremos los humanos como los sapos a quienes meten en una olla de agua tibia a la que van subiendo el fuego para hacerla hervir sin que el maco salte fuera, porque se va acomodando hasta sancocharse? Esa sensibilidad es de la piel.

Pero, ¿y en la mente? ¿Estará la humanidad echada plácidamente en el fondo de un bullente caldero viendo el cambio climático como si fuésemos unos felices sapos?



José Báez Guerrero

Abogado, periodista y escritor dominicano.

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