José Báez Guerrero
Pocos nacidos después de 1970 lo recuerdan, pero los días de San Juan, 23 de junio, la capital y muchos campos se llenaban de incontables maripositas de un amarillo pálido (Kricogonia lysiude).
Actualmente son muy escasas como ha pasado con los cangrejos rojos de la carretera de Juan Dolio y los escamosos lagartos marrones de nariz roja. El 31 de mayo de 1979, cubría una reunión entre Baby Doc y Guzmán, en una desolada sabana del cruce entre Jimaní y Mal Paso.
A media mañana vi una enorme masa de esas mariposas, bajando de las lomas. Parecían un solo ser vivo que bailaba con la incesante brisa mientras la banda del Ejército interpretaba los himnos haitiano y dominicano, un espectáculo.
Hace unos días paseaba con mis nietos y se asombraron al ver una solitaria mariposita amarilla. Quizás la gripe me ha dado muy duro o realmente estoy envejeciendo, porque me llené de tristeza al pensar que si les cuento como eran los días de San Juan quizás se les haga difícil imaginarlo o creerlo.
