Santo Domingo.-El Día de las Madres, este domingo 28 fue motivo de inspiración y encuentros familiares entre descendientes y allegados que aprovecharon la ocasión para reunirles tributo a estas y revivir experiencias acumuladas a lo largo del tiempo, inclusive con antelación.
Unos que otros compartieron en casas almuerzos y regalos, igual en los restaurantes, mientras que el sábado y ayer en la mañana algunos hijos e hijas buscaban obsequios para hacer felices a las reinas de las casas; hubo quienes elegían personalmente sus regalos, en las tiendas por departamentos.
Cada quien aprovechó el momento de una forma distinta para celebrar y engrandecer a las madres, y como es tradición otro grueso se dio cita en los campos santos a visitar las tumbas de sus madres fallecidas. Y como se estila en estos tiempos, la mayoría de la gente inundó las redes sociales y celulares enviándoles mensajes a distancia tanto a las madres como a tías, hermanas, amigas y compañeras de labores.
Reconocimiento
“En esta ocasión nosotros decidimos hacer un ágape a un grupo de tías, que juntas suman más de 500 años de edad, en el especial a la más joven y emblemática de la familia por ser la menor, María Féliz (Fania) que en febrero cumplió sus 97 años de edad”, comentó María Isabel Tavárez de Paniagua.
Cuenta que esos momentos son de gran significado tanto para ella como para su esposo, por el gran valor y lo que representan sus madres.
La de ella, en particular, Bienvenida Rojas, con 78 años ha sido su motivo de inspiración, porque desde muy joven se dedicó a trabajar mecánica de avión, certificada por el Instituto Dominicano de Aviación Civil.
“A Fania la coronamos hoy como la reina de las madres de nuestra familia por ser la primera de un núcleo centenario y consejera y todos nosotros”, comentó Tavárez. “Nosotros, en particular, intentamos ir a un restaurante almorzar, llamamos para reservar pero todo estuvo full, decidimos disfrutar el momento en casa”, reaccionó Juliana Acevedo.
Homenaje
— Póstumo
Como es habitual, deudos visitaron en los cementerios a sus madres fallecidas y rindieron tributo colocándoles flores e iluminando sus tumbas. La venta de rosas, velones y servicios de limpieza no faltó como de costumbre.