Día de la Juventud y 90 años de presencia salesiana

Este 2025 los salesianos cumplen aquí noventa años de fructífera presencia. La trascendencia de lo hecho por ellos a favor de la juventud dominicana tiene una extraordinaria dimensión y merece celebrarlo todo el año.

Antes que un templo, el primer salesiano en arribar al país, el padre Ricardo Pittini, llegó (1934) con las instrucciones de fundar una escuela profesional. Efectivamente, en 1935 nació la “Escuela Salesiana de Artes y Oficios”.

Fue una visión refulgente. El carisma salesiano implica identificar los pastores con la realidad juvenil. Ante una sociedad con grandes carencias, hay que habilitar espacios formativos para que los jóvenes sin o con escasos recursos puedan estudiar una carrera técnica que les permita ingresar al mercado laboral.

Con la educación como motor del desarrollo y con una sociedad fundada en valores, pasando por un modelo de evangelización dinámico, con el deporte y la cultura como instrumentos de salud, creatividad y alegría, los salesianos han dado ejemplo del pensamiento para la acción del desarrollo del país.

Le debemos mucho a los salesianos en la superación de la discriminación, la exclusión y la pobreza. Hoy celebramos el Día Nacional de la Juventud, fecha en la que también recordamos el nacimiento de Don Bosco, fundador de la Congregación Salesiana, santo, guía y maestro de la juventud. A ellos les debemos la celebración de dicha fiesta, pues han contribuido grandemente con la formación humana, educativa, técnica, cristiana y deportiva de la juventud.

Contrario a lo que se afirma, no creo que la juventud sea el futuro y que la gestión del presente corresponda únicamente a los adultos mayores.

Esa afirmación parte de una actitud pesimista. Si se incentiva la creatividad y el emprendedurismo, con el telón de fondo de la integridad, es para que los proyectos de la juventud se ejecuten en el presente y no se vean aplazados para un futuro incierto.

Cabe la ocasión para llamar la atención del presidente Abinader, para que dirija su mirada hacia las obras a cargo de los salesianos, de manera particular hacia aquellas que, como el Politécnico Arquides Calderón de Moca le fue entregado inconcluso a los salesianos por el Estado dominicano y así permanece.

Terminar dicho politécnico, como brindar más apoyo a las demás obras salesianas, constituiría el mejor regalo del Gobierno para los salesianos dominicanos en dichas celebraciones.