Muchos jóvenes de mi época estábamos convencidos de que Trujillo era el único responsable del hambre y la miseria de nuestro pueblo, y por conspirar en su contra y escribir en varias calles de Puerto Plata grandes letreros que decían “Abajo el tirano”, “Que muera el tirano” fui detenido y llevado a la cárcel.
Trujillo fue ajusticiado el 30 de mayo de 1961 y sus propiedades usurpadas por políticos y familias influyentes, y el hambre y la miseria siguieron golpeando sin piedad a las grandes mayorías de nuestra sociedad.
Pero es bueno que nuestra juventud sepa y no lo olvide jamás que la República Dominicana era una cárcel sin rejas, era tan grande el terror que muchas personas llegaron a creer que si pensaban mal de Trujillo o escuchaban emisoras extranjeras, podrían ser detectadas por las antenas instaladas en los carritos Wolkswagen que utilizaban los calieses del SIM, detenidas y asesinadas.
Ni siquiera los padres se atrevían a pronunciar una sola palabra en contra del Jefe delante de sus hijos, porque la más mínima indiscreción provocaba la detención y muerte de toda la familia.
Trujillo demostró su demencial megalomanía y morbosa bestialidad cuando ordenó que fueran fusilados todos los expedicionarios del 14 de junio, 196, y el 25 de noviembre de 1960 el asesinato de las hermanas Mirabal y su compañero de viaje y chofer Rufino de la Cruz Disla.
Por Constanza llegaron en avión 54 combatientes, con Enrique Jiménez Moya como su comandante y jefe de toda la expedición.
El 19 de junio en las lanchas Carmen Elsa y Tinima desembarcaron por Maimón 81, comandante José Horacio Rodríguez y por Estero Hondo 63, comandante José Antonio Campos Navarro (Toñito). Murió ahogado porque durante el tiroteo calló al agua y por el peso del equipaje que traía no pudo emerger.
De los héroes y mártires del 14 de junio de 1959 sólo salvaron la vida los dominicanos Mayobanex Vargas y Vargas, Francisco Merardo Germán Santos, Poncio Pou Saleta y Gonzalo Almonte Pacheco, que poco después de ser indultado fue reapresado en Restauración, su pueblo natal, llevado a La 40, torturado y asesinado.
Se cree que su cuerpo fue tirado al mar para que fuera devorado por los tiburones. También los cubanos, comandante Delio Gómez Ochoa y Pablito Mirabal Guerra, que tan sólo tenía catorce años de edad. En la actualidad sólo sobreviven los héroes Delio Gómez Ochoa y Mayobanex Vargas y Vargas, con los que mantengo una vieja y hermosa amistad.
En días recién pasados de regreso a Santo Domingo pasé frente a un supuesto monumento en Maimón, que más que un monumento es una ofensa a la memoria de los héroes y mártires del 14 de junio de 1959 y pensé con tristeza ¿eso es lo que merecen los héroes y mártires de la patria?… y me imaginé a muchos de ellos corriendo entre bombas y balas disparadas por los aviones y los guardias de Trujillo, y más doloroso aún, perseguidos como perros rabiosos por los campesinos que ellos vinieron a liberar.
Recordé en ese momento a un locutor que trabajaba en la emisora de don Luis A. Pelegrín y pidió permiso para emprender un viaje del cual no regresaría jamás, César Federico Larancuent, y al igual que a él, a decenas de otros valientes soldados de la raza inmortal.
Espero que en el futuro se levante en Maimón el monumento que los hombres del 14 de junio de 1959 se merecen, cuando cambie el sistema imperante, que les permite a oportunistas y corruptos disfrutar de grandes privilegios, gracias al sacrificio y a la sangre de esos hombres, los verdaderos patriotas, héroes y mártires de la patria.
Delio Gómez Ochoa nació el 18 septiembre de 1929 en el pueblo de Cacocum, hoy provincia Holguín. Pablito Mirabal Guerra nació el 2 de junio de 1944 en Central Río Canto, Oriente de Cuba. Cayó abatido por un rayo en La Habana el 21 de junio de 1969. Mayobanex Vargas y Vargas nació el 21 de febrero de 1936 en Bonao, provincia Monseñor Nouel. Poncio Pou Saleta nació el 31 de enero de 1922 en Santiago. Murió el sábado 21 de agosto de 2010 en Santo Domingo.
De Francisco Merardo Germán Santos y Gonzalo Almonte Pacheco no pude precisar fechas de nacimiento y muerte. Julio César Rodríguez, venezolano, piloto del avión que aterrizó en Constanza, y Orestes Acosta, cubano, copiloto, pudieron ascender de nuevo bajo fuego de ametralladoras y regresaron a Cuba.
Enrique Jiménez Moya nació el 27 de agosto de 1913 en Santo Domingo. Desmejorado por el hambre y el cansancio fue apresado por los campesinos y entregado a los militares.
Fue torturado y asesinado en San Isidro. Juan de Dios Ventura Simó nació el 8 de marzo de 1930 en San Francisco de Macorís. Fue detenido y presentado por televisión como un traidor. Fue objeto de burlas humillantes y morbosas torturas por parte de algunos compañeros. Finalmente lo mataron y su cadáver lanzado desde un avión al mar dentro de un saco de henequén.
